Este verano está siendo, al menos hasta el momento, muy diferente al pasado en cuanto a los incendios. Y aunque hemos vivido tres olas de calor y estamos inmersos en la cuarta, los fuegos no se están produciendo con consecuencias tas desastrosas como en otras ocasiones.

Los datos publicados oficialmente por la Junta de Castilla y León, correspondientes hasta el mes de julio, indican que se han producido un 14 por ciento menos de incendios y, lo que es más significativo, la superficie quemada es de un 91,6 por ciento menos. No ha habido, además, ninguno de los considerados grandes incendios, es decir, de más de 500 hectáreas.

Entre enero y julio se registraron en Ávila 72 incendios forestales que arrasaron algo más de 400 hectáreas. De los 72 incendios destacan algunas características, la principal que 64 de ellos fueron los denominados conatos, es decir, afectaron a menos de una hectárea y se lograron controlar.

Entre una y cinco hectáreas hubo tres incendios en este tiempo y de más de cinco hectáreas se contabilizaron cinco.

En cuanto a la superficie afectada, de las 400 hectáreas, casi 67 fueron de zonas arboladas, 157 de matorral y monte bajo y cerca de 177 correspondía a pastos. Los incendios de más de cinco hectáreas afectaron a una superficie de 381 hectáreas.

Si lo que se hace es una comparativa con lo que sucedió el pasado año, en 2022 se cerró el mes de julio con 84 incendios que arrasaron con casi 5.000 hectáreas. En esta superficie se incluyen casi 3.500 hectáreas de zona arbolada.

En ese tiempo del pasado año se registraron nueve que superaron las cinco hectáreas y que acumulaban gran parte de la superficie quemada.

Entre los grandes incendios de ese tiempo se encontraban dos registrados en el mes de julio. El primero de ellos fue el iniciado en Cebreros y que finalmente afectó también a El Hoyo de Pinares y San Bartolomé de Pinares, quemando más de 2.500 hectáreas. También el que llegó poco después a San Juan de la Nava y El Barraco con más de medio millar de hectáreas.

Lo que sí hay que recordar es que la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio declaró alerta por incremento de riesgo meteorológico de incendios forestales para los días 21, 22 y 23 de agosto en Castilla y León. De esta manera, se establecen medidas preventivas y organizativas contempladas en la orden por la que se regula el uso del fuego y se prohibe realizar trabajos en el monte y franja de 400 metros de terreno rústico que lo circunda con maquinaria que genera como consecuencia de su funcionamiento habitual deflagración, chispas o descargas eléctricas. Las cosechadoras y empacadoras deberán detenerse si se superan simultáneamente los 30 grados de temperatura y 30 kilómetros por hora de intensidad de viento.