Desde que Operación Triunfo echara a rodar allá por el año 2001, han sido miles (y miles) las personas que han soñado con ser uno de los elegidos para entrar en la academia musical más famosa de la tele. Miles de sueños que aguardan cada año filas kilómetricas para acceder a sus castings. Y miles de ilusiones con nombre y apellido de las que, finalmente, sólo terminan conociéndose a través de la pequeña pantalla una veintena. 

Pues bien, en esa veintena de proyectos de cantantes confiamos en que este año se encuentre la  abulense (de Piedrahíta, para más señas) Vega Almohalla. Porque Vega acaba de pasar las dos primeras fases del proceso de selección. Y eso, explica a Diario de Ávila, la deja hasta el próximo día 20 de septiembre en la que se denomina como 'fase limbo'.

¿Y eso qué quiere decir? Pues que ahora le toca aguardar en ese limbo de nervios e incertidumbres la llamada que le confirme si continúa en el proceso o se apea del tren.

Ella, claro, sueña con seguir luchando por colarse en un programa que, sabe, supondría una lanzadera gigante para su carrera. Pero a ella no se la nota preocupada ni angustiada. Al contrario.Afronta este nuevo reto de su carrera con madurez, consciente de que, nos cuenta, lleva toda la vida formándose para cantar. «Y creo que al final ese trabajo tiene sus frutos», argumenta.

Unos frutos que, por ejemplo, ya va cosechando en forma de selecciones superadas en el complicado proceso de acceso al ya histórico programa. «Si me han escogido ha sido por mi trabajo, porque sé que de una manera o de otra voy a conseguir mis objetivos. Siento que es mi momento», dice convencida.

¿Y cómo han sido estas dos primeras fases de selección?, queremos saber. Nos cuenta Vega que ésta es la primera vez que se presenta al casting. Y que lo hizo, reconoce, empujada por una amiga que vive en Málaga y que le sugirió que quizá habría menos gente en el proceso de selección abierto en la ciudad andaluza que en Madrid.

Así que Vega cogió su coche y se recorrió mediaEspaña para presentarse. Y lo hizo, además, después de un día muy especial para ella: el de las fiestas de la Virgen de la Vega de Piedrahíta, algo que, recalca, no se quiería perder por nada del mundo.

Poco le importó haber descansado poco el domingo pasado para poder llegar a Málaga con tiempo y pasar la primera prueba el lunes 11. Sólo un día después, el martes de esta misma semana, superaba una segunda audición. Una prueba en la que, por cierto, presumió ante el jurado de ser de Ávila y de Piedrahíta («me siento de los dos sitios», dice orgullosa) y que la colocó entre los 70 seleccionados de los más de 1.300 que se habían presentado en Málaga.

¿Y qué cree que el jurado vio en ella y no en el resto de chicos y chicas? «Pues la verdad es que no sé lo que buscan», reconoce sonriente. «Creo que no es sólo el perfil.También es la actitud», considera.

De eso,Vega va sobrada. Cantó como nunca como ya puede verse en redes sociales y demostró personalidad sobre el escenario. «Pero me queda mucho que aprender. Y por eso también quiero entrar a OT, porque en la academia se aprende más», sigue hablando la cantante abulense, que si tiene que quedarse con uno de los 'triunfitos' lo hace con Lola Índigo. «No es de las que más tiempo pasó en la academia, porque la expulsaron pronto», recuerda, «pero me veo como ella, en cuanto a edad y a estilo».

Desde aquí, deseamos a Vega toda la suerte del mundo.