El Cerro de la Mesa de Navarrevisca tendrá otra excavación

I.Camarero Jiménez
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El Consistorio encuentra por tercer año el respaldo de Diputación para seguir investigando en un «excelente yacimiento» que acaba de iniciar una amplia campaña de divulgación

El Cerro de la Mesa de Navarrevisca tendrá otra excavación

El Cerro de la Mesa de Navarrevisca y el despoblado de San Pedro siguen danto tremendas alegrías tras sus campañas de excavación y quizá por ello desde la Diputación de Ávila se han comprometido a apoyar una tercera de cara a 2023 y ahora que está a punto de culminar la de 2022.

Así lo daba a conocer desde el Ayuntamiento de la localidad su alcaldesa, Leticia Sánchez, en una semana de actividad planteada por y para su arqueología y en especial para la puesta en valor de este «excelente» yacimiento. Lo entrecomillamos porque eso es precisamente lo que dijo de él alguien que bien lo conoce como es el arqueólogo Blas Cabrera, de la empresa Castellum, encargada de las excavaciones. Con él hacemos un somero repaso por algunas de las  realidades y descubrimientos que han dado sus trabajos. Recordaba que se trata de un yacimiento de 2,7 hectáreas en la que se enclava la ermita gótica de San Pedro (de finales del siglo XIII-XIV) que domina en ese «amesetamiento», destacaba también Cabrera,  la piedra sacra «culpable y protagonista de la sacralidad de este paraje» y también el recinto para festejos o plaza de toros que data del siglo XVII, pero hay mucho más. Las canteras, de las que se extrajo el material para la edificación de los templos, en plural porque son varios, y también otras estructuras sobre a las que a día de hoy hay muchas incógnitas y pocas certezas que podrían desvelarse en la tercera campaña.

Hablábamos de templos y en un segundo ha trabajado la empresa Castellum. Un templo que en un primer momento nos lleva a la época Hispano-Visigoda, a los siglos VII e inicios del VIII;y después, a la época pleno medieval que coincide con la llegada de los repobladores allá por el siglo XI-XII.

De la primera época se saca la conclusión de que estamos hablando de un edificio, un lugar al que se otorgó un contexto funerario, asociado «a un panteón funerario de origen laico». Con la llegada de los repobladores se puso fin a ese uso funerario y se transformó en templo para fines litúrgicos, de hecho se habilitó una parte de la antigua construcción como baptisterio. 

La mayor parte de los descubrimientos proceden del templo funerario, han aparecido sobre todo tumbas, un total de 11 en las excavaciones a las que se suman otras tres que ya eran conocidas por los lugareños, contaba Cabrera en la presentación. Son, decía, de diversa tipología «sepulcros monolíticos exentos, tumbas excavadas en roca, otras, hechas de lajas».

Es interesante comprobar que hay otros materiales hallados durante las excavaciones una de las más importantes es esa hebilla visigoda que se ha convertido en el símbolo del yacimiento, pero también hay cerámicas, pulseras de cobre, aretes, pendientes de plata, objetos de vidrio como copas, ungüentarios, vasos, jarras funerarias. 

Todos los materiales hallados son importantes, la mayoría son elementos de ajuar y adorno de las tumbas que fueron saqueadas en el siglo XI. Algunos de esos elementos fueron reutilizados por aquellos repobladores en la época pleno medieval como los jarritos reconvertidos en lámparas.También apareció un aplique cruciforme con damasquinado y láminas de latón y un asunto muy interesante:monedas. Monedas que atestiguan que el lugar estuvo en uso al menos hasta el s.XVI. Todo ello acabará llegando al Museo Provincial.

Así pues tenemos una ermita, un templo más y una estructura en L en la que se han centrado durante una intensa segunda campaña de excavación, situada en el lugar más elevado del cerro, en la zona en la que más sopla el viento y más visible: «la peor para vivir». Se ha excavado pero sale roca rápidamente y los hallazgos obtenidos «no nos dan muchas pistas sobre su uso, todavía -decía- no estamos en condiciones de interpretarlo». Pero dado que habrá una tercera campaña hay posibilidad de profundizar. En el entorno también ha aparecido una estructura rectangular sobre la que la intención es investigar e igualmente sobre unos muros que hay en la zona occidental, a los pies del templo. Queda trabajo.

Cabrera recordaba que en el cerro trabaja un equipo multidisciplinar; excavar es parte de su cometido, pero también se están haciendo reconstrucciones en 3D del templo. Reconstrucciones que parten de una base del templo que es real, pero que hay que complementar con unos alzados (que no lo son, puntualizaba).

El deseo y la intención es la puesta en valor de un yacimiento que quieren  relacionar con otros del Alberche, tales como el despoblado de Santo Domingo de El Barraco que se va a empezar a excavar en septiembre y el de la Necrópolis de Fuente Ávila en Navaluenga o ya, otro, un tanto más alejado, el de La Coba, en San Juan del Olmo.

Decíamos que esta campaña trata de excavar, pero también de consolidar restos como el del templo en el que se ha excavado y en el que han realizado el rejuntado de los muros mediante mortero de cal didráulica y aporte de gravilla en el interior del templo y tumbas para preservar los descubrimientos, y por supuesto es cuestión de señalizar y de completar estudios. Así, lo siguiente será publicar en revistas científicas unos estudios sobre estos hallazgos de gran valor, pero también un monográfico sobre el Cerro de la Mesa de Miranda. De momento «no podemos hablar de un tercer templo», habrá que seguir indagando y partida presupuestaria van a tener por parte de la Diputación.