Nuevo libro sobre la historia del nombre de Piedralaves

E.C.B
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El volumen, que forma pare de la serie 'Monografías' de la Sociedad de Estudios del Valle del Tiétar, es obra del doctor en Filología Hispánica Juan Antonio Chavarría Vargas

Nuevo libro sobre la historia del nombre de Piedralaves

La Sociedad de Estudios del Valle del Tiétar (Sevat) prosigue con su aventura cultural y editorial, tras más de dos décadas de actividad, en este caso con la publicación de un nuevo volumen de su serie ‘Monografías Sevat’, que está dedicado a resolver un enigma pendiente en la villa de Piedralaves, el relativo a su nombre. El libro lleva por título ‘Historia de un nombre, el topónimo mayor abulense. Piedralaves’ y su autor es Juan Antonio Chavarría Vargas, doctor en Filología Hispánica, cofundador y  presidente de Sevat, miembro de número de la Institución Gran Duque de Alba y notable investigador de la cultura abulense.

Tras varias décadas investigando sobre la toponimia mayor y menor de Ávila, ha podido recopilar en un libro, en el que colabora el Ayuntamiento, el estado de la cuestión y las interpretaciones del origen del nombre de Piedralaves en este libro que se vertebra a lo largo de cinco ejes principales. El primero  aporta una reconstrucción histórica de la aldea de Piedralaves en el sector meridional del alfoz abulense. El bloque número dos se centra en el análisis de la primera documentación histórica del topónimo Pie de Labas   en el siglo XIV. En el tercer capítulo el autor nos aporta un análisis pormenorizado de los componentes del citado topónimo. El cuarto apartado aclara la evolución fonética de este topónimo mayor desde Pie de Labas hasta el contemporáneo Piedralaves, sin olvidar variantes y otras historias erradas en el camino. El quinto capítulo ayuda al lector a entender la repoblación medieval de Avila y el Valle del Tiétar, así como, sus implicaciones en la toponimia. El libro se cierra con un anexo documental con fragmentos de textos relacionados con el topónimo.

El diseño de la cubierta ha sido realizado por el artista plástico Rafael Arrabal Aguilera y se incluyen, además, fotografías de Piedralaves de Rosa Ferrero y el marqués de Santa María del Villar.

Chavarría determina en esta obra  que  «el topónimo Piedralaves es uno de los más interesantes del valle del Tiétar, también de los más complejos, lo que ha impedido quizás otorgarle hasta ahora una adecuada interpretación etimológica. No hay que buscarle, a nuestro modo de entender, remotos orígenes prerromanos, ni una directa implicación latino-romana, ni siquiera una forzada etimología árabe como se ha pretendido. Encaja perfectamente en la toponimia de repoblación medieval de la zona, en el proceso de expansión de la lengua castellana por las tierras al sur del Sistema Central».