Lejos quedan, aunque todavía hay algún 'primo' que pica, los tiempos de los timos en plena calle. O los carteristas. O los atracos a mano armada. Sigue habiéndolos, pero ahora los delincuentes se están especializando en robar desde casa, sentados en su ordenador y aprovechando las facilidades que buena parte de la población ofrece para acceder a sus datos más delicados y poder, a través de ellos, perder buena parte de su dinero.
Los intentos de estafa y robos a través de la denominada ciberdelincuencia se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y no por nada, sino porque, por ejemplo, en provincias como Ávila a día de hoy uno de cada cuatro delitos que se denuncian se cometen a través de este tipo de infracciones, cuyo crecimiento, que se considera exponencial dado el volumen de delitos que se cometen, se combate desde la Guardia Civil a través de los equipos especializados EDITE y @, cuyo volumen de trabajo se ha visto incrementado en los últimos años.
Extremar las precauciones para evitar los robos nuestras casas, nuestros vehículos o de nuestros efectos personales, se tiene que complementar ahora con otro tipo de medidas que nos proteja en la red, donde nuestra vida se expone a través de las redes sociales, principalmente, en desde donde este tipo de nuevos delincuentes pueden encontrar vía libre para acceder a nuestras cuentas corrientes, a nuestras tarjetas de crédito o a nuestros terminales de teléfonos móviles y tablets, desde donde poder hacerse con material sensible como fotos o vídeos.
Para frenar este tipo de delincuencia, además de la persecución especializada que se está llevando a cabo desde la Guardia Civil o la Policía Nacional, es necesario sobre todo aumentar la información a la población y en especial a los colectivos más vulnerables como pueden ser las personas mayores, menos habituadas a este tipo de trámites y que pueden ser víctimas fáciles para los delincuentes especializados. Aportar todos los datos posibles para impedir brechas en la ciberseguridad personal es una cuestión que todavía no está conseguida al cien por cien, queda camino por recorrer y ahí deben intervenir diferentes actores para ofrecer a la ciudadanía todas las facilidades posibles para conocer la mejor manera de impedir que sufra este tipo de delincuencia.
Adaptarse a los nuevos tiempos delictivos y encontrar nuevas soluciones para luchar contra los nuevos delitos es todo un desafío no solo para el Estado, sino también para el resto de la ciudadanía. El éxito pasa porque todos extremen las precauciones y porque se dispongan de las mejores herramientas posibles para conseguirlo.