La leche viene con rebajas

Vidal Maté
-

Los bajos precios en otros países de la UE y sus posibilidades de exportar a España marcan la estrategia de las industrias, que están ofreciendo contratos por debajo de los 0,50 euros

La leche viene con rebajas

El sector de la leche atraviesa en la actualidad una situación delicada causada por los precios a la baja y las importaciones baratas procedentes de los excedentes de otros países comunitarios. Con la mirada en el futuro, ello se traduce en un mayor ajuste en las explotaciones y, sobre todo, en una reducción del número de animales en producción. Entre los lobbies industriales comunitarios se baraja la posibilidad de solicitar ayudas a la UE para reducir cabañas y evitar la actual bajada de los precios, posición que no es compartida por la Administración española, dado que nuestro país sigue siendo deficitario en leche.

El actual recorte de explotaciones en España para lograr estructuras más competitivas se podría ver como un fenómeno en positivo, aunque no se puede dejar de lado el efecto negativo de avanzar en el despoblamiento del territorio. La realidad es que a día de hoy sobreviven poco más de 10.000 granjas y en los últimos años han ido echando el cierre a razón de más de 700 por ejercicio. Se ha pasado de 850.000 cabezas a unas 780.000. Aun con mayores rendimientos, la producción mantiene una línea ligeramente descendente que actualmente se sitúa en unos 7,2 millones de toneladas anuales.

Como telón de fondo, en la leche como en otros sectores, el incremento de los costes de producción y la existencia de unos precios con escasa o nula rentabilidad.

En la parte positiva de este ejercicio para los ganaderos de leche se halla el desarrollo de la campaña de cereales, que ha traído unos precios bajos que pueden ayudar a abaratar el precio de los piensos -mientras por otro lado están arruinando a los agricultores-. En la parte negativa, los ganaderos están sufriendo igualmente los incrementos de los costes de la energía y, en mucha zonas, la falta de pastos por la sequía. Con todo y con ello, el problema clave para los ganaderos radica fundamentalmente en los precios que manejan en este momento las industrias de la leche, casualmente muy coincidentes pero que -se debe suponer- no responden a ningún tipo de pactos como los habidos años atrás y por los que Competencia impuso multas de unos 80 millones de euros.

Algunos análisis sobre el sector desde entidades públicas estatales y autonómicas, y otros desde las organizaciones agrarias, cifraban los costes de producción medios de un litro de leche en el entorno de los 0,58 euros, cifras que puede tener importantes variaciones según el tipo de explotación -extensiva o intensiva- o el territorio donde se ubique -por sus condiciones climáticas para el pastoreo-.

Los precios oficiales medios de la leche en España en el último año superaron la cifra récord de 0,60 euros por litro, para situarse entre junio de 2022 y mayo de 2023 en cifras medias de 0,54 euros. Siempre con importantes diferencias en los distintos territorios que van desde los 0,53 euros en Galicia a los 0,56 en Castilla y León, en Cataluña o en Castilla-La Mancha.

Frente a esas cotizaciones del pasado muy reciente, y a pesar de la reducción de explotaciones y de una ligera disminución en la producción nacional desde los 7,5 a los 7,2 millones de toneladas, los precios comenzaron a sufrir ajustes progresivos ya desde el último año y hasta la actualidad, cuando ya parece instalada definitivamente en las industrias la cultura de las rebajas para a la próxima revisión de contratos por la influencia de los precios más bajos que existen en otros mercados comunitarios.

 

Incluencia exterior.

Aunque España ha dejado de importar las desorbitadas cantidades de leche que compró en el pasado, con cifras que superaban las 800.000 toneladas anuales, en la actualidad sigue entrando leche excedentaria procedente de otros países en un volumen de unas 100.000 toneladas cada año, tanto a través de la distribución como traída por las propias industrias o comercializadoras lácteas como TGT, pero solo a precios ligeramente por encima de los 0,40 euros litro en los graneles, muy lejos de lo que cuesta producirlo en España.

Hoy, un fenómeno a considerar para analizar la evolución de los precios es la existencia de leche excedentaria barata en otros países comunitarios y la respuesta que se dé en los mismos a esta situación, bien con cambios en la dieta para requerir de menos producción o bien eliminando animales para elevar los precios, como se plantea desde organizaciones industriales.

En el caso de España, la actual situación de precios a la baja en la leche parece haber llegado para quedarse por un tiempo si no hay una importante caída en la producción en otros países comunitarios hoy excedentarios o una mayor demanda mundial, especialmente desde China, lo cual, por el momento, es una incógnita.

En este contexto, las industrias han lanzado unos primeros sondeos a los ganaderos con unos precios que se sitúan siempre por debajo de los 0,50 euros por litro producido y que llegan a hundirse hasta cifras de 0,43 euros ruinosas para los ganaderos. Frente a esta estrategia, las respuestas son hoy un interrogante. Con la normativa en la mano, los contratos deben tener una vigencia de un año, pero pueden ser de un plazo inferior si así lo piden los ganaderos por circunstancias de la producción. En este contexto de dudas e inseguridad en los mercados, desde la el sector ganadero se aboga por contratos a plazos más breves, de entre tres y cuatro meses, hasta comprobar la evolución de los mercados.