Un tiempo de respiro desde el Sahara

B.M
-

Nueve niños saharauis pasarán el verano con familias abulenses, integrándose en su vida diaria y aprovechando para revisiones médicas

Un tiempo de respiro desde el Sahara - Foto: David González

Atrás quedan los campos de refugiados. Los nueve niños saharauis que acaban de llegar a Ávila pasarán un verano como unas auténticas vacaciones que en su caso tienen un significado más especial, es un tiempo de vivir en mejores condiciones, integrados en núcleos familiares y aprovechando para revisiones médicas.

Los pequeños entre 8 y 12 años llegaron en la noche del domingo después de un largo retraso de su vuelo. Pero ya están aquí, con las ocho familias con las que estarán hasta principios de septiembre, olvidando lo que para ellos puede ser una dura realidad. 

Los niños llegan gracias al programa Vacaciones en Paz de Castilla y León, a través de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Ávila y la colaboración de Cruz Roja Ávila. Nombres de organizaciones que tienen otros igual de importantes en las familias que acogen a los niños, como es el caso de Ismael Jiménez, que recibió a dos hermanos, un niño de 8 años y una niña de 11, con los que ya estuvieron el pasado año e incluso antes ya había tenido a otra de sus hermanas.

Este 'padre de verano' explica que muchos de ellos repiten, lo que también sucede con las familias, aunque también este año hay alguna nueva, lo que no siempre es fácil porque es un compromiso para todo el verano. 

Para los niños supone «un cambio radical», conocer algo nuevo, vivir en un ámbito diferente porque vienen de «condiciones infrahumanas, con un alimentación limitada, también la sanidad, y con mucho calor en los campamentos de refugiados».

Sin embargo llegan aquí y es un «tiempo de comodidad» y se incluyen aspectos muy importantes como «revisiones médicas» de temas de dentadura o vista. Es también un tiempo «de alimentarse mejor porque allí «viven de la ayuda y la comida puede ser no muy adecuada, repetitiva». Aquí logran, reflexiona, «la experiencia de conocer un mundo muy diferente, vivir con nosotros este tiempo y hacer lo que hagamos, si nos vamos de vacaciones se vienen, si estamos en casa ahí están, si vamos un día a la piscina, a tomar una caña... Es estar en familia como si fuesen nuestros hijos».

Desde luego esa sensación de familia se pudo ver en la llegada de los niños, cuando se lanzaron a los brazos de las que serán sus familias las próximas semanas. Sonrisas, caritas de emoción... se percibía mucho sentimiento en esa llegada y no solo en los niños, también en las familias abulenses. 

Hay que recordar que el contacto va más allá del verano puesto que después durante el año se mantiene relación con las familias saharauis, también enviando ayuda según sus necesidades y las posibilidades de los que están aquí.

En el recibimiento estuvo presente el concejal de Recursos Humanos del Consistorio, Héctor Sastre, ya que el Ayuntamiento colabora con esta iniciativa.