El pequeño comercio de Castilla y León confía en que la ya finiquitada campaña de navidades y la recién estrenada de rebajas, que concentran el 30 por ciento de las ventas anuales de los establecimientos, sirvan para insuflar aire a un sector que se desinfla a pasos agigantados. Solo durante el pasado año la Comunidad vio como 1.236 establecimientos comerciales bajaban la persiana para siempre, bien por cierre o por jubilaciones, acaparando cuatro de cada diez autónomos perdidos en la región durante todo 2022. Por el momento, la primera fase del particular Everest que el comercio castellano y leonés tiene que escalar se ha superado con buena nota, y desde la patronal Conferco reconocen que las ventas navideñas han funcionado «excepcionalmente bien» allí donde las administraciones locales han apostado por los bonos al consumo, pero, «en general, han superado en todas las provincias las cifra de 2020 y 2021 y, de media, están muy cerca de las ventas registradas en 2019», explica su presidente a nivel regional, Adolfo Sainz. Una tendencia que confía en que se consolide y el comercio local recupere el «protagonismo» que tiene como sector estratégico para Castilla y León. «Un comercio fuerte ayuda a construir sociedades fuertes, con más empleo y más actividad económica».
Todo ello en un difícil contexto del propio sector comercial autonómico, que durante el pasado año vio cómo rompía el suelo de los 40.000 autónomos y podría perder su hegemonía dentro de los afiliados al RETA en favor de la agricultura, que pese a perder también trabajadores por cuenta propia durante el pasado año (-582), lo hizo en menor medida. «No sabemos donde está suelo para los autónomos de Castilla y León ahora mismo», reconoce a este periódico el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos de la Comunidad, Domiciano Curiel, que considera que descarta que, pese a la existencia de 39.500 comercios en la Comunidad, su progresivo descenso se deba a un exceso de oferta. «Los principales problemas son la competencia con las grandes marcas, el envejecimiento y la falta de relevo generacional».
En cualquier caso, desde la patronal del sector insisten en que el comercio encara con «buenas expectativas» la campaña de rebajas, que estrenó el pasado sábado con «gran afluencia de clientes y mucho movimiento en el pequeño comercio». Una situación que lleva al presidente de Conferco a congratularse de unas rebajas que parecen haber recuperado su «espíritu fundacional» tras unas Navidades «con mucha actividad en las tiendas». «Las rebajas serán atractivas en Castilla y León, pero no agresivas», avanza Sainz.
Falta de jóvenes
«Estamos viendo que la gente no quiere trabajar con los horarios del comercio, y los jóvenes huyen de esto y no hay intención de emprender, o muchos cierran la persiana ante una oferta de la empresa privada», alerta desde ATA su presidente autonómico, que reconoce que el sector tiene un problema con el relevo generacional que no está pudiendo resolver. «Donde más autónomos se pierden es en el rango de edad de entre 30 y 49 años», resume Curiel, que explica que «son trabajadores que no llevan mucho tiempo con el negocio y no tienen mucho que perder si cierran». «Esto no puede ni debe seguir así. Nuestras administraciones tienen que ponerse a trabajar muy seriamente», concluye, y recuerda que Castilla y León fue, junto a Galicia, la comunidad que más autónomos perdió en 2022.