Tal y como prometía a primera hora, el Ayuntamiento de Ávila cumplió los plazos y al final de la mañana remitió telemáticamente al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas la relación completa de facturas pendientes con sus proveedores para poder sumarse al plan de pago aprobado por el Gobierno.

La cantidad final que suma el listado declarado ronda los 10,6 millones de euros, mientras que los proveedores que están pendientes de cobrar del Ayuntamiento de Ávila son unos 300. Según ha podido saber este periódico, más de la mitad de las facturas son de menos de mil euros y algunas se remontan al año 2002. Entre las cantidades que se adeudan han aparecido algunos importes curiosos, de 12 y hasta 9 euros.

El resultado de días de trabajo llevado a cabo por el servicio de intervención municipal, con el teniente de alcalde de Servicios Económicos y Fomento, Félix Olmedo, a la cabeza, tendrá que pasar por la comisión correspondiente la próxima semana y ser ratificado en Pleno a finales de mes, puesto que la fecha límite marcada es el 31 de marzo.

Antes de cerrarse el plazo este jueves, el portavoz del equipo de gobierno municipal, José Francisco Hernández, valoraba como «buena» la medida impulsada por el ministro Cristóbal Montoro porque permitirá a unos 300 proveedores acreedores del Ayuntamiento cobrar el dinero que se les debe a partir del mes de mayo a través de un crédito sindicado avalado por el Tesoro Público. El préstamo tendrá una duración de cinco años con dos de carencia, durante los cuales las entidades locales solo pagarán los intereses. Sin embargo, el plazo de que disponen los Ayuntamientos para devolverlo será de diez años, con dos de carencia, mediante un mecanismo de refinanciación.

El portavoz municipal explicó ayer que la contabilidad del Consistorio abulense «estaba bastante en regla, aunque siempre aparecen situaciones inesperadas», y no pudo avanzar ninguna de las medidas del plan de ajuste, «la medida complementaria» de un fondo que, además de paliar la situación de muchos proveedores, permitirá que el Ayuntamiento pueda «planificar con más tranquilidad su futuro económico».

También aprovechó para volver a criticar la actitud del PSOE, que el miércoles se opuso a que el plan de ajuste conlleve un recorte en los servicios cuando «todavía no se conocen las medidas».