De Martiherrero, a Uganda

M.M.G.
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Laura Chamorro, auxiliar de veterinaria, ha viajado África para atender a los animales domésticos de una de las zonas más desfavorecidas del continente. Pudo hacerlo gracias al dinero recaudado en una chocolatada solidaria celebrada en diciembre

De Martiherrero, a Uganda

Quizá no es la rama de la cooperación internacional más conocida, pero lo cierto es que no por ello es menos importante. Les hablamos de la veterinaria y de aquellos que dejan todo para viajar a países lejanos para atender a los animales de las zonas más desfavorecidas del planeta. 

Una de esas 'locas' es Laura Chamorro, vecina de Martiherrero y auxiliar de veterinaria.Quizá la recuerden porque el pasado mes de diciembre organizó una chocolatada solidaria en su pueblo con la que tratar de recaudar fondos para viajar a Uganda para llevar a cabo su desinteresada labor.

 Esta joven, decidida y valiente, recaudó entre la chocolatada, otras donaciones realizadas a través de Bizum y otro tipo de aportaciones, cerca de 800 euros.

Y con ellos y con todo el dinero necesario para completar su aventura (salido de su bolsillo) viajó a Uganda para colaborar en distintos proyectos. 

El que más ilusión le hacía, por supuesto, era el de  cooperación veterinaria. «Trabajé junto con la ayuda del veterinario Richard dando asistencia en las aldeas de Iboroga, Kibeede, Butinda, Kiraaro Nyansonzi, Plus Harugongo y Rwenzori», comienza Laura a desgranar para Diario de Ávila una aventura con más importancia de la que podría parecer en un principio.

«Es que la salud del animal es muy importante, porque repercute en toda la familia», explica la auxiliar veterinaria. No en vano, pone un ejemplo, una vaca sana podrá dar más leche para el sustento de la familia que una que no lo esté. Y para que eso ocurra, el animal debe estar bien atendido.«Para que os hagáis una idea, una vaca en España puede dar hasta 30 litros al día, y allí, no les da casi ni dos», defiende Laura la labor llevada a cabo en Uganda.

Una labor que, ante todo, prosigue, pasó por llevar a cabo desparasitaciones en todo tipo de animales domésticos: vacas, cabras, conejos, perros...

«Gracias a las donaciones pudimos comprar las medicinas de los animales», comenta Laura, que habla también de lo difícil que les resulta explicar a los nativos la importancia que tiene el cuidado de sus animales, incluso más allá de las preceptivas vacunas o desparasitaciones.

el futuro: una asociación. Por eso, Laura trabaja ahora en la creación de una asociacion con el fin de tener más facilidades a la hora de llevar a cabo proyectos que sustenten la agricultura y la ganadería.  «Querríamos implementar la siembra del cereal para que se alimenten mejor los animales, pero les cuesta comprenderlo, porque ellos no tienen nada, y les resulta difícil entender que se plante algo para dar de comer a animales», plantea Laura.

Con independencia de esto, Laura siempre ha sentido el agradecimiento de los ugandeses.También cuando ha podido llevar a cabo otras acciones no relacionadas con la veterinaria.

Por ejemplo, Laura pudo colaborar con dos orfanatos de Fort Portal, entregando alimentos y medicamentos para los niños. 

Por otro lado, también ayudó en en la comunidad de Rwenzori, una zona de muy complicado acceso ya que está en las zonas de montaña, haciendo entrega de unos fondos que se utilizaron en la compra de material de agricultura. «Para que las personas de la aldea puedan cultivar sus tierras de mejor forma», dice Laura, que comenta que allí también pudo dar asistencia veterinaria a los animales de la zona que lo necesitaban.