El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, pidió en Ponferrada el voto para Vox, en unas elecciones que considera "decisivas", para acabar con las políticas de la "ruina, la división y el enfrentamiento". García-Gallardo acompañó a los candidatos de Vox al Congreso y el Senado por León, Pablo Calvo y Francisco García, en su visita a la capital de el Bierzo.

El vicepresidente autonómico recordó que hay muchos lugares, como la provincia de León, donde Vox se juega el escaño directamente con la izquierda, y por eso votarles es un "voto útil". "Lo saben en las cuencas mineras, donde el PP y el PSOE han dado la espalda a los habitantes y a sus trabajadores. Lo saben en León capital y el resto de la provincia, como en San Andrés del Rabanedo, donde se les han negado infraestructuras ferroviaras que tanto necesitaban", dijo. "Votar a Vox es útil para que no gobierne el socialismo y el sanchismo", aseveró.

Puso como ejemplo el caso de Ponferrada, donde los concejales de Vox evitaron el incremento de salarios de los concejales y el gasto público, que pretendían aprobar desde el gobierno del PP y Coalición por el Bierzo. "Somos el único partido que ofrece prosperidad y libertad, facilitando el desarrollo del campo, la industria y el desarrollo de esta tierra", aseguró. Y recordó que la Junta invertirá más de tres millones de euros en planes de promoción turística en Ponferrada. 

Apeló también a la lucha contra la división, para acabar con los ataques que su partido sufre constantemente, como el último altercado de este pasado fin de semana en Cataluña, donde los independentistas boicotearon un acto electoral de esta formación. "Nuestro secretario general, Ignacio Garriga, tuvo que detener un acto ante el hostigamiento de los separatistas, intentando impedir un acto democrático", denunció. "Hay muchos sitios donde no se respira normalidad democrática en España. No habrá libertad ni plena democracia mientras los militantes de Vox sigan siendo agredidos. Tenemos derecho a expresar nuestras ideas en libertad", afirmó. 

En cuanto a su política migratoria, García-Gallardo consideró que los grandes partidos han impulsado un sistema de prestaciones sociales excesivo que "alimenta el efecto llamada, consiguiendo un verano más una tragedia en el mar Mediterráneo". Por eso Vox apuesta por unas política "inteligente, que dé la bienvenida a aquellos que quieran venir legalmente, llamando a la puerta, con capacidad de adaptación a nuestra sociedad y cultura. Con respeto a las mujeres y homosexuales", explicó.