Año I en La Culebra: el 50% de la madera que ardió sigue allí

P. Velasco
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Los propietarios privados esperan poder presentar sus proyectos de restauración de la zona después de verano tras la convocatoria de las primeras ayudas públicas

Una retroexcavadora recoge varios troncos de pinos quemados en el incendio del pasado verano en la Sierra de la Culebra en Zamora. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

Entre las siete de la tarde y las nueve de la noche del 15 de junio de 2022, una tormenta seca causó varios focos de incendios en la Sierra de la Culebra de la provincia zamorana. Los fuertes vientos y las condiciones del terreno afectado por la sequía, entre otros causas, provocaron que las llamas se extendieran rápidamente por los términos municipales de Ferreras de Arriba, Sarracín de Aliste, Ferreras de Abajo… y así hasta quemar cerca de 30.000 hectáreas. No iban a ser las únicas noches de terror para los vecinos de la Sierra de la Culebra, que volvieron a revivir la situación el 17 de julio, esta vez en el término de Losacio con otras 36.000 hectáreas arrasadas y que causó el fallecimiento de cuatro personas.

Tras el fuego llegó la desolación. Ambos incendios pasaran a la historia entre los más devastadores en España desde que se tienen registros. Viviendas afectadas, terrenos agrícolas destruidos, explotaciones ganaderas perdidas y miles de hectáreas forestales arrasadas que tardarán años en recuperarse. Las llamas dejaron cientos de metros cúbicos de madera quemada en la Comunidad, la mayor parte en la Sierra de la Culebra donde, además, la masa forestal más afectada fueron bosques de coníferas, por lo que ahora propietarios y empresas madereras se afanan para sacar todo ese material del monte y aprovecharlo antes de que las plagas se extiendan.

Las labores están costando más de lo que inicialmente se esperaba.La Junta marcó el 31 de marzo como fecha tope para la extracción de toda esa madera de los terrenos de propiedad privada. Una fecha que se ha prorrogado hasta el 31 de julio «ante la demanda social y los escasos problemas de plagas detectados», como indicaron desde la Consejería de Medio Ambiente. Hasta finales de mayo, según las mismas fuentes, se contabilizaba extraída más del 50 por ciento de la madera de los montes públicos, es decir más de 800.000 metros cúbicos. Desde Medio Ambiente calculan que para ver una completa limpieza habrá que esperar «seguramente» al final del invierno o principios de la primavera que viene.

Desde la Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León (Fafcyle), su gerente, Olga González, confirmó las cifras de la Junta, con más de la mitad de la madera quemada todavía en el monte. Desde su organización trabajan para contactar con los pequeños propietarios para que se unan y así facilitar la extracción de la madera. La gerente de Fafcyle afirma que hasta el momento no han recibido ningún tipo de ayuda pública para dicha limpieza, aunque los propietarios sí pueden solicitar que dicha operación se realice a través del Somacyl.

Durante esta primavera se ha terminado con la venta de toda la madera quemada con valor comercial, «aunque esta labor se inició en el mes de noviembre», como señalaron desde la Consejería de Medio Ambiente, que añadieron que hasta el momento «los valores de madera siguen lo previsto o incluso aún mejor, en el sentido que se ha vendido prácticamente todo y que el ritmo de extracción es incluso mejor de lo esperable».

Planes de restauración.

Las mismas fuentes señalaron que existen planes de restauración ya iniciados en esta zona pero para pasar a la ejecución hay que planificar el diseño y futura estructura en masas forestales que se deseen para un futuro, así como dimensionar la respuesta de la regeneración natural. Los trabajos de plantación propiamente dicha se iniciarán en otoño-invierno, cuando las condiciones del terreno lo permitan, aunque se alargarán durante varias temporadas, incidieron desde Medio Ambiente.

Por su parte, los propietarios privados prevén que durante este verano se convoquen las ayudas para la restauración y limpieza de las zonas donde no se ha podido llegar. «Estamos trabajando para localizar a todos los propietarios, agruparlos y sacar los planes lo más consensuados posibles, donde se incluyan cortafuegos, balsas, espacios para helicópteros… Deben ser planes pensando en la gestión en el tiempo y en futuros acontecimientos», explicó Olga González. Desde Fafcyle confían en que el desarrollo de estos planes de restauración no se demore mucho en el tiempo. «Una vez que se saque toda la madera, se podrán poner en marcha con un desarrollo de un par de años», indicó.