'Contando la música' viaja de Europa a Estados Unidos

D. Casillas
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El ciclo de conferencias en el que José Luis López-Antón acerca la música clásica al oyente de forma didáctica y amena abrió ayer un nuevo programa acercándose a la Novena sinfonía de Dvorak y a otras dos obras suya

Comenzó este lunes, de la mano de nuevo de José Luis López-Antón, director de la Orquesta Sinfónica de Ávila, la tercera edición del ciclo 'Contando la música', acercamiento a la música clásica de forma amena que echó a andar como tal en 2021 después de que su germen fuese «una charla introductoria que hice en un concierto de la Orquesta Sinfónica de Ávila en diciembre de 2019, luego vino el covid».

Regresó el ciclo, cuya anterior charla fue en junio del pasado año para celebrar la Novena Sinfonía  de Dvorak, «uno de los grandes paradigmas de la música sinfónica, una obra de la que ya hablamos un poco en la primera edición, pero se nos quedaron muchas cosas en el tintero y creí que era muy apropiado volver a visitarla porque tiene un componente de música descriptiva muy fuerte». Esta obra, recordó López-Antón, «la hizo Dvorak cuando emigró desde su República Checa natal a Estados Unidos, de hecho se subtitula 'Desde el nuevo mundo', y para ella se inspiró mucho en el folklore afroamericano, tanto que en el segundo movimiento aparece una canción tradicional que es un espiritual negro; él va componiendo un poco a la europea, pero bebe de esos mimbres de la tradición folklórica afroamericana para crear esta sinfonía», una peculiaridad que «aparece también en su Concierto para violonchello, uno de los más interpretados de este instrumento si no el que  más, el que tiene el cetro de ser el más vistoso de cara a los solistas, y en el Cuarteto de cuerda, uno de los últimos que compuso, el que se denomina 'americano'».

Aprovechando los paralelismos de esas tres obras hizo el ponente una comparativa entre ellas, «para transitar por tres géneros, el sinfónico de la orquesta, el del concierto para solista y el género de la música de cámara, y que el viaje sea más completo».

Volviendo sobre la influencia que la música afroamericana tuvo en esta sinfonía aún muy europea, comentó López-Antón que «eso de la música-fusión no es nada nuevo, es algo que lleva apareciendo muchísimo tiempo en la historia de la música, de alguna manera desde siempre, y en este caso estamos hablando de una obra de finales del XIX, un momento en el que Dvorak bebe de esas nuevas fuentes, que es lo que también hicieron otros compositores del nacionalismo musical como Bela Bartok o Kodaly en Hungría». Pero «el caso de Dvorak fue como muy representativo de esta escuela de composición, que además llega de una manera muy directa al público, ofreciendo una sinfonía que a todo el mundo le gusta y le apasiona, que está metida en nuestra reserva cognitiva».

Como es habitual, con el objetivo de que fuese «más amena y descriptiva», en la conferencia mezcló el ponente su palabra con la música de la que habla, procurando «hablar lo menos posible para que sea menor la parte teórica y poder escuchar mucho más la música, aunque al final me deje llevar por los muchos contenidos que quiero transmitir al público con la intención de orientar un poco la escucha».