Más de un centenar de pequeños con el Corpus

Ana Agustín
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La celebración del Corpus Christi en la capital abulense este domingo se vio amenazada por la lluvia en algún momento de la mañana, una vez que, acabada la solemne misa, emprendió procesión

A las once de la mañana dio comienzo en la Catedral de Ávila la solemne eucaristía con la que se celebraba este domingo el Corpus Christi, una fiesta de la iglesia católica destinada a celebrar la eucaristía y cuya principal finalidad es proclamar y aumentar la fe de los católicos en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento, dándole públicamente el culto de adoración. Así se hizo este domingo, a pesar de que el Corpus fue el jueves pasado, y para darle mayor sentido, más de un centenar de pequeños que han recibido la Primera Comunión este año protagonizaban los actos organizados por la diócesis de Ávila y la misa presidida por el obispo. Miembros del Equipo de Gobierno municipal, con el alcalde, José Luis Rivas a la cabeza y de Ciudadanos, con Marco Antonio Serrano como abanderado; el presidente de la Diputación y otras autoridades civiles y militares se dieron cita en esta eucaristía en la que también estuvo presente el candidato del PP por Ávila al Congreso de los Diputados, Pablo Casado, junto a cientos de abulenses que abarrotaban el primer templo de Ávila. El Coro Gregoriano de la Santa aportaba aún mayor solemnidad a una celebración en la que el obispo dedicó a los niños que habían celebrado este año su Primera Comunión la homilía, a modo de catequesis.

Finalizada la misa, se preparó la Custodia, impresionante obra del escultor Juan de Arfe. En ese momento Los representantes del Patronato de Nuestra Señora de las Vacas aprovecharon para hacer entrega a Jesús García Burillo una placa en agradecimiento a la colaboración del Obispado en los recientes actos de coronación de la Virgen de las Vacas.

Finalmente, en torno a las 12,20 horas comenzó una procesión en la que tomaba parte la Banda de Cornetas y Tambores ‘El Amarrado’ y que cerraba la banda de Música de Ávila.   

Como es habitual, de la Catedral del Salvador partió esta procesión que recorrió varias calles del centro de la ciudad siguiendo un itinerario marcado por tres altares levantados para la ocasión a lo largo del recorrido, erigidos por tres cofradías penitenciales de la ciudad, donde se detuvo la comitiva procesional. El primero de ellos se ubicó en la plaza de Santa Teresa, engalanado por la Real e Ilustre Archicofradía de Nuestro Padre Nazareno Jesús de Medinaceli. El segundo altar se ubicó en la plaza Teniente Arévalo, instalado por el Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz; en él, además de la decoración habitual en este tipo de altares tradicionales, ocupó un lugar preferente (a modo de retablo) el paso de la Última Cena, una obra del taller de Salcillo, propiedad del Cabildo Catedralicio, del que es usufructuario el Patronato desde 1938. El último de estos altares lo preparó la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza, y se ubicó en los alrededores de la iglesia de San Juan, sede canónica de la propia Hermandad. El recorrido procesional partió de la Catedral por la puerta de los Apóstoles (en torno a las 12,20 horas), para pasar por calle de San Segundo, plaza de Santa Teresa, Arco del Alcázar, plaza de Adolfo Suárez, calle Don Jerónimo, plaza de José Tomé, plaza del Teniente Arévalo, calle Cardenal Pla y Deniel, plaza de Pedro Dávila, calle Caballeros, plaza del Mercado Chico, plaza de Zurraquín, calle Tomás Luis de Victoria y Lonja de la Catedral (fachada Norte), donde se impartió la bendición.