De belén en belén para celebrar la Navidad

M.E
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Familias de Ávila y también de fuera completaron el tradicional recorrido por algunos de los nacimientos de la ciudad, desde el del Cites y la residencia Santa Teresa Jornet hasta los del Ayuntamiento y Diputación

De belén en belén para celebrar la Navidad

ME habían hablado de él y hoy que vine a Ávila por fin pude verlo y es espectacular, creo que no había visto nada igual». Son palabras de Cecilia, una madrileña que acaba de visitar el siempre impactante belén montado en la residencia de Santa Teresa Jornet, en la capital abulense. Un recorrido  distribuido en dos espacios que, gracias a la música, las luces, el ruido de elementos animados como el agua y la propia estructura del nacimiento, sumergen al visitante en una experiencia inmersiva en el universo de Nazaret. Es la tarde de Navidad y, pese al cambio de tiempo respecto a Nochebuena, son muchos los abulenses que han decidido celebrar la jornada central de estas fiestas entre belenes, como manda la tradición.

La representación plástica del nacimiento de Jesucristo es un «símbolo de esperanza» para muchos, lo que, unido a la tradición popular, hace que visitar los nacimientos que ofrece la ciudad sea una cita obligada para muchos. Si a esto unimos que hay verdaderas joyas artísticas y completas composiciones a  todo detalle, tenemos un plan más que sugerente para estos días festivos, sobre todo para hacer en compañía. Parejas y familias con niños, de Ávila pero también de fuera, no dudaron en seguir una ruta que bien pudo empezar en la residencia de Santa Teresa Jornet o en el Cites-Universidad de la Mística, no sin olvidarse de los belenes del Ayuntamiento y la Diputación Provincial, instalados a unos pocos metros de distancia, en el Palacio de Caprotti-Superunda y el Torreón de los Guzmanes, respectivamente.

El belén de la residencia no deja indiferente a nadie. «No tiene comparación con ningún otro, a mi madre le gustaba mucho y ahora vengo con mis hijas, que viven fuera y han venido a Ávila a pasar las fiestas», explicaba una señora a la salida. Una pareja joven con dos niñas pequeñas también quería  empezar una tradición que durante la pandemia quedó algo interrumpida pero que este año se ha retomado ya con plena normalidad, salvo por la recomendación de usar mascarilla. 

A medida que avanzaba la tarde las colas se iban haciendo más presentes. En los belenes del Ayuntamiento y la Diputación el goteo de asistentes no paró durante prácticamente todo el día. «Qué bonito, qué buen gusto», comentaba una pareja foránea en lo que estaba siendo su primera visita al nacimiento municipal. «Creo que me gusta más que el de Madrid», señalaban. Los visitantes de Ávila se entretenían en buscar «sorpresas» como las figuras de Santa Teresa, Jimena Blázquez o San Segundo y en reconocer espacios como La Palomilla o los Cuatro Postes. «Vengo a verlos todos los años, me encantan», comentaba Paula en plena ruta con su hija y su nieta, quien respondía con una gran sonrisa a la pregunta de si le estaba gustando. 

En el interior del Torreón de los Guzmanes la estampa era parecida, con niños y pequeños admirando las alrededor de 200 figuras o los elementos naturales que dan más realce, si cabe, al «belén de todos los abulenses».

Ya fuera del casco histórico, el 'Mundo Belén' volvió a ser parada obligada de los amantes de los nacimientos con su sorprendente propuesta de recorrido, la mayoría exterior, por unos 600 nacimientos de distintos países y materiales, muchos reciclados. Con materiales como madera, barro, hojalata o mimbre, pero también de calabaza, coco, trapo y hasta de mascarillas, y 'misterios' de los más variados estilos, tamaños y procedencias, el Cites también conquistó a muchos en Navidad . Las luces y las vistas fueron otras de sus aliadas, junto a la posibilidad de finalizar el espiritual paseo con un mundano chocolate.