El médico cucharero que salvó a sus vecinos de la viruela

E.Carretero
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Dos décadas antes de que el inglés Edward Jenner descubriera la vacuna frente a esta enfermedad infecciosa en Pedro Bernardo el doctor Joseph Sánchez-Gallardo inmunizó y salvó la vida de más de 220 vecinos durante la pandemia del siglo XVIII

El médico cucharero que salvó a sus vecinos de la viruela

En 1980 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba erradicada la viruela en todo el mundo, que durante siglos fue una de las enfermedades infecciosas más mortales. De hecho, solo en el siglo XX la viruela causó 300 millones de muertes. La erradicación de la viruela se consiguió gracias a una vacuna que desarrolló por primera vez en 1796 el  doctor inglés Edward Jenner.  Sin embargo, casi dos décadas antes de que el considerado  padre de esta vacuna diera con la fórmula para inmunizar a la población frente a una de las enfermedades infecciosas más letales en Pedro Bernardo  un médico rural ya había conseguido proteger a la población cucharera de este virus. A ese descubrimiento llegó por casualidad hace unos años Pedro Granado, vecino de esta localidad y conocido por ser el presidente de Mascarávila, que mientras buscaba información sobre sus antepasados en los archivos parroquiales para realizar su genealogía descubrió entre las páginas y páginas de inscripciones sacramentales a los hermanos Sánchez-Gallardo, los tres varones, naturales de Pedro Bernardo y los tres médicos. 

La historia de Joseph, Gabriel y Antonio despertó la curiosidad de Granado que pronto descubrió que los tres hermanos ejercieron la medicina y la cirugía en Pedro Bernardo durante el último cuarto del siglo XVIII. De los tres, reconoce el presidente de Mascarávila, el que más interés le despertó fue el mayor, Joseph, nacido en la primera mitad de ese siglo, entre otras cosas porque dio el relevo al doctor extremeño Francisco Díaz Aguilar, su predecesor como médico de la villa y pentabuelo además de Pedro Granado. 

Ese tratar de saber más sobre el mayor de los hermanos Sánchez-Gallardo hizo que este cucharero descubriera en una prestigiosa  publicación francesa una sorprendente reseña dedicada al médico de Pedro Bernardo. Al doctor cucharero se referían en el número publicado el 1 de septiembre de 1787 en la revista 'Mercure Galant', fundada quince años antes por Jean Donneau. En concreto, según descubrió Granado, en esa prestigiosa publicación de la época se informaba de que el 14 de agosto de ese año el médico Joseph Sánchez-Gallardo había inoculado con éxito el virus de la viruela a 223 personas, tanto hombres como mujeres,  de diferentes edades que no murieron durante una pandemia que se cebó con otros pueblos de nuestro país y que dejó miles de víctimas. Es más, la publicación, señala Granado, apuntaba que entre los inoculados muchos ni siquiera necesitaron guardar cama  mientras que el virus dejó 35 fallecidos en este pueblo entre vecinos no inoculados. Una proeza de la que también se hizo eco Gazeta de Madrid el 28 de agosto de aquel año.

A Pedro Granado no solo le sorprendió que esta hazaña tuviera lugar 20 años antes de que la vacuna de la viruela se descubriera oficialmente y a miles de kilómetros de Pedro Bernardo sino también  el imaginar los obstáculos que el doctor Sánchez-Gallardo  tuvo que salvar para convencer a sus vecinos de que la inoculación les inmunizaría y protegería ante un posible contagio que en la época era mortal. No en vano, la vacunación llevada a cabo por este doctor, a través del método de inoculación de cepas emparentadas, no solo se desarrolló en medio de una pandemia muy violenta y mortífera sino casi un siglo antes de que el científico francés Louis Paster desarrollara las primeras vacunas, en este caso contra la rabia, lo que supuso un gran avance científico de cara a la inmunización frente a otras enfermedades. 

 Pese a lo importante de su hazaña, con la que salvó la vida de más de 200 cuchareros durante la pandemia de viruela de finales del  siglo XVIII, lo cierto es, lamenta Pedro Granado, que este médico cucharero no ha tenido apenas reconocimientos lo que le llevó a proponer al Ayuntamiento algún tipo de homenaje a este antepasado tan ilustre. Un homenaje que tendrá lugar el próximo 21 de junio cuando Pedro Bernardo dedique una calle con su correspondiente placa de agradecimiento dedicada al doctor Joseph Sánchez-Gallardo, el médico cucharero que antes de su descubrimiento oficial ya desarrolló una vacuna para proteger a sus vecinos de la viruela. 

Una de las cosas que durante su investigación más sorprendió a Pedro Granado fue que los hermanos Sánchez-Gallardo regresaran a Pedro Bernardo tras estudiar medicina para ejercer allí como médicos y cirujanos, lo que no solía ser habitual en la época. También descubrir que el apellido Sánchez-Gallardo está ligado a Pedro Bernardo desde los primeros archivos parroquiales, que en el caso de esta localidad se remontan a 1640, ya que los anteriores documentos sacramentales se quemaron en un incendio. De hecho, gracias a este indagar en el árbol genealógico de los Sánchez-Gallardo Granado localizó a descendientes de estos hermanos médicos que siguen viviendo en el pueblo, una familia que lleva por mote 'Los ciruja' y que hasta los hallazgos de Granado nadie sabía muy bien de dónde procedía pero que ahora ya saben  han heredado de esos hermanos  médicos y cirujanos que vivieron en Pedro Bernardo en el siglo XVIII.