Héctor Jiménez Pose, del fútbol al soccer

Alberto Sánchez
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El abulense repite experiencia en el Timber Lake Camp, en esta ocasión para ejercer como director de la actividad de fútbol. «Es una experiencia personal y profesional»

Héctor Jiménez Pose, del fútbol al soccer

Del césped del Sancti Spíritu al césped del Timber Lake Camp, en el sureste de Nueva York. De capitán en su momento del Diocesanos o entrenador del Benjamín A, a director de 'soccer', como llaman al fútbol al otro lado del 'charco'. Una aventura en la que se ha embarcado Héctor Jiménez Pose, que por segundo verano consecutivo ha hecho las maletas para pasar cerca de dos meses –una vez allí aprovechará para hacer turismo– en Estados Unidos desarrollando una labor docente siempre con el fútbol como eje principal.

Hace años ya pensó en 'hacer las Américas'.«La verdad es que no me atreví» recuerda Héctor Jiménez Pose cuando buscó la posibilidad incluso de jugar en Estados Unidos a través de una beca, compaginando así sus estudios. No terminó por concretarse. Una vez que acabó la carrera –es maestro de Infantil y Primaria y actualmente es profesor de Primaria en el colegio Claret, en Segovia– comenzó a trabajar en PabloVI. «No sé estar parado en verano.Necesito hacer algo más». Y ya entonces le salió la oportunidad de trabajar durante la época estival en un campamento de Estados Unidos. «La experiencia fue muy buena» recuerda de aquella primera toma de contacto. «Al principio no es sencillo. Lo cierto es que estaba un poco más tranquilo porque había más monitores españoles». En su caso acudió como asistente del director de la actividad de fútbol. «Fue una experiencia única en lo personal y en lo profesional.Te sirve para conocer otras culturas, otros ambientes. Mi idea era mejorar el inglés y lo he conseguido. Además te aporta nuevas ideas para trabajar». Por todo ello ha decidido volver a hacer las maletas.  Y en este caso para ejercer la función de director de fútbol –'soccer director'– en un campamento con multitud de actividades con las que este deporte debe competir, por decirlo de alguna manera. «El baloncesto es el deporte rey, pero tienen hockey, lacrosse, golf, voleibol, gimnasia rítmica... Ser el director de soccer es un reto bonito pero a la vez difícil.El año pasado era ayudante, era una posición algo más cómoda. Este año es un reto. A diferencia de España, el soccer no es el deporte favorito en Estados Unidos. Hay otros deportes en los que es más sencillo captar niños para la actividad» comenta ante la responsabilidad que tiene por atraer a los chicos y chicas del campamento hacia este deporte. «Siempre hay niños que quieren practicarlo. Aquí tienen sus ligas. Incluso viajan en avión para jugar sus partidos de fútbol base, por así decirlo, pero hay otros niños que no han jugado nunca. Por delante hay cinco o seis deportes.La dificultad está ahí, en conseguir atraerlos.Es un reto difícil pero muy bonito».

Allí, en Estados Unidos, los campamentos se viven de otra manera. «En España los niños se van al pueblo, a campamentos más pequeños.Pero aquí, en Estados Unidos, no. Son niños y niñas que en su mayoría viven en el centro de Nueva York, en Manhattan. No tienen esa posibilidad de ir al pueblo, eso no existe. Van al campamento siete semanas y sólo tienen un día en todo el verano en el que pueden ir los padres a visitarlos. Y como el campamento está en medio del bosque, sin nada alrededor, no tienen ni cobertura. Son niños con todas las tecnologías posibles en sus casas pero aquí no tienen ni wifi, por lo que pasan mucho tiempo con los amigos» explica Héctor. Es todo diferente. «Si algo me llama la atención es el sentimiento que tienen de pertenencia. Son muy americanos, con banderas por todos los lados, pero aquí toda la ropa que llevan son de los colores del campamento».

Es la segunda vez que ha tomado el avión, pero ni mucho menos lo ve como una posibilidad laboral más allá del verano. «Me gusta para un tiempo pero no para quedarme. Ávila y España se echan mucho de menos».En todos los aspectos, empezando por la alimentación. «Hay días que desayunas salchichas y beicon, comes hamburguesa y cenas pizza. Este año era una oportunidad muy bonita pero quizás al año que viene me tenga que pensar si quiero volver a repetir».