La gran familia del Seat 600, compuesta por unas 260 personas de todas las edades y 123 vehículos pertenecientes a la asociación TraveSeat, llegó este jueves a Ávila para conocer la ciudad, su patrimonio monumental y también su gastronomía. Una parada en la capital abulense durante una jornada dentro de la ruta que iniciaron este pasado miércoles en Segovia y que les llevará por las tres ciudades castellanas y leonesas declaradas Patrimonio de la Humanidad, con final en Salamanca.
Poco antes de las dos del mediodía, la gran caravana multicolor de estos históricos vehículos que circularon por las carreteras españolas en la segunda mitad del siglo pasado y que dejaron de comercializarse hace ahora 50 años, hizo su entrada en Ávila, procedente de Segovia y San Lorenzo del Escorial, y fueron numerosos los abulenses y turistas que aprovecharon su paso para hacerse alguna que otra fotografía como recuerdo, especialmente en la plaza de la Catedral, donde fueron recibidos por la teniente de alcalde Sonsoles Prieto y desde donde se dirigieron hacia la zona de aparcamiento del Lienzo Norte.
Y es que su primera parada en la ciudad amurallada estaba prevista en el Palacio de Los Velada, donde comieron, para luego por la tarde realizar un recorrido por el centro histórico de la capital acompañados por guías, por cortesía del área de Turismo de Ávila, y ya por la noche, cada uno a su aire, degustar la rica y variada gastronomía abulense, antes de retirarse a sus hoteles para coger fuerzas de cara a la etapa de este viernes que les llevará en dirección a Salamanca, con parada en Mogarraz, quedando para el sábado la última de las cuatro etapas de esta travesía en la que conocerán Ciudad Rodrigo antes de regresar a sus lugares de origen, principalmente en Cataluña pero también en otros puntos de la geografía española.
La gran familia del Seat 600 visita ÁvilaUno de los impulsores de TraveSeat, Francesc Palau, explicaba a su llegada a Ávila que hace nueve años comenzaron a juntarse para hacer rutas «19 vehículos y ahora somos 123», que han recorrido desde el Camino de Santiago hasta la ruta del Ebro, Extremadura, Mallorca o Madrid. En este camino cuentan además con la colaboración de la empresa Seat SA, a través de su departamento de Seat Históricos, que «hacen un despliegue de cinco coches de su museo más unos diez mecánicos que son nuestros ángeles de la guarda en la carretera», aseguró.