"La única certeza que tenemos es que hasta 2029 habrá peaje"

M. Rodríguez
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El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible afirma que «con el estudio de la AP-6 decidiremos licitar unos años más, prorrogar la concesión o rescatarla»

"La única certeza que tenemos es que hasta 2029 habrá peaje" - Foto: Jonathan Tajes

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible es el que gestiona el mayor presupuesto, pero también el mayor número de peticiones de ayuntamientos y gobiernos autonómicos. Su titular, Óscar Puente, hace un repaso por las infraestructuras pendientes en la provincia, pero también se moja, y mucho, en política regional y nacional. Al igual que en las redes sociales no rehuye meterse en ningún charco, salvo en el de la viabilidad de los cuatro aeropuertos regionales.

Hay cierta confusión sobre la fecha de finalización de los peajes de la AP-6 AP-51 y AP-61. La Comisión Europea ha recordado recientemente, a preguntas de la Plataforma Solución a la Travesía de San Rafael, que cuando venza en 2029 la actual concesión de las autopistas deberán volver a licitarse por siete años más hasta 2036, algo aprobado por el Gobierno como consecuencia de la sentencia del Tribunal de Justicia Europea en 2010. En su comparecencia en el Senado de febrero usted no disipó dudas, más bien al contrario, al afirmar que no sabía lo que pasará a partir de 2029 en ese momento. ¿Lo sabe ya? ¿Se ampliará el peaje siete años más?

Primero, hay una concesión que se prorrogó por 25 años en el año 2000 por el Partido Popular, cuando quedaban tres años para su vencimiento. Esto es lo que hizo Aznar en el año 2000 con la AP-9, con un montón de autopistas de este país que tenían una fecha de vencimiento próxima. El señor Aznar les dio una prórroga de 25 años, le corría mucha. Por tanto ese es el punto de partida. Lo digo porque a veces quién formula la pregunta es quien menos indicado está para hacerlo. Punto dos, la única certeza que tenemos es que hasta 2029 va a haber peaje, y lo que estamos haciendo es encargar un estudio para tomar una decisión antes de esa fecha sobre qué hacemos, qué decisión tomamos: licitar por unos años más, prorrogar la concesión o rescatarla y hacerla libre de peaje. Esa decisión no hay que tomarla ahora. No me corresponde a mí tomarla. 

Le agradecí mucho al Señor Sanz Vitorio que me preguntara qué íbamos a hacer en 2029 porque explícitamente estaba asumiendo que vamos a seguir en el Gobierno hasta entonces y que yo iba a seguir siendo ministro, lo cual es estupendo. Yo también confío, pero eso está por ver. Lo que no puedo saber ahora es qué va a pasar en 2029. Hemos encargado un estudio para valorar las distintas opciones y cuando llegue el momento de tomar una decisión saber qué camino vamos a tener que tomar, pero hasta 2029 habrá peaje.

Preguntan también, ¿por qué los usuarios recurrentes no tienen las mismas modificaciones que se aplican en otras autopistas del país?

Es una buena pregunta. Yo haría una reflexión general en relación con la situación que vivimos en España con las carreteras. Aquí hay un sistema mixto en el que hay pago por uso y pago por impuestos. Hay territorios en los que solo se pagan las carreteras con los impuestos de los ciudadanos, otros en los que se pagan peajes y otros en los que se pagan con impuestos y con peajes. Esto conduce a situaciones injustas. El sistema español es un sistema profundamente injusto. 

Y luego hay territorios, como es el caso de Galicia con la AP-9, en el que para ir de un sitio a otro solo puedes ir por la autopista de peaje, no hay otra alternativa. ¿Qué se ha hecho en esos territorios? Darle la posibilidad al que tiene que usar de manera recurrente esa autopista de una bonificación por uso habitual, como también se está haciendo en el caso de Asturias. No es el caso de la AP-6, y entiendo que esa será la razón por la que no se ha establecido un sistema de abono por uso recurrente.

¿Seguirán bonificando indefinidamente los abonos? Usted ha planteado un abono profesional. 

Mi opinión es que no. No se puede y no se debe. Hay que centrar los esfuerzos en mejorar la calidad del transporte público, en su puntualidad, frecuencias, capacidad, comodidad... Para ganar usuarios, estas medidas, que han sido más de carácter fiscal, pueden haber servido. Pero si queremos trabajar a medio y largo plazo tenemos que apostar por la calidad. Y los recursos que se emplean en bajar los precios deben redirigirse hacia eso. También hay mucho que trabajar en materia de precios y de comodidad a la hora de sacar un billete. 

Y anticipo que vamos a trabajar en el billete único. Esto puede suponer un incentivo, desde el punto de vista de la comodidad para el usuario, para utilizar más el transporte público. Ya se hace en Alemania y Francia. Nosotros vamos a vamos a recorrer ese camino.

¿Son viables los cuatro aeropuertos en Castilla y León?

Uff. ¡Qué jardín! Es un jardín que depende de la Junta y tendrán que tomar decisiones. 

¿Depende de la Junta?

Depende de la Junta decidir si quiere cuatro aeropuertos en su comunidad autónoma.

¿Ese apego al territorio deja abierta la puerta que pueda volver a la política municipal o regional?

La municipal siempre estará abierta. La regional saben muy bien que no. No es mi hábitat, no es mi campo. Es muy difícil que pudiera ser candidato en una comunidad que no me entiende bien. Cuando hablo de apostar por Valladolid, no lo hago en detrimento de otros territorios, creo que sería la mejor palanca de transformación y de progreso de todos. Cuando hablo de Valladolid pienso también en León, en Burgos, en Palencia y Zamora, pero eso no se entiende. Y lo siento porque no tengo nada en contra de los leoneses y es una tierra por la que tengo afecto y la mayor simpatía. Estoy convencido de que León necesita un plus, que es probablemente la provincia de España que más apoyo necesita, que muchas veces no está bien definido por los referentes locales, que piden pero no acaban de saber muy bien qué es lo que necesitan. 

Pero digo otra cosa, me duele mucho esta tierra; me duele mucho Castilla y León, profundamente. Me duele una tierra a la que veo resignada, en manos de mediocres, que llevan décadas conduciéndonos al abandono. De verdad que me encantaría tener la capacidad de hacer reaccionar a esta tierra, pero creo que no soy la persona indicada.

La ley de amnistía, el adelantó electoral en Cataluña y el aplazamiento de los presupuestos copan los titulares. ¿Considera que el 12 de mayo se va a decir también la estabilidad del Gobierno de España?

Las elecciones catalanas son importantes y al PSOE le van a ir bien. Creo es que se afianzará una legislatura que está más afianzada de lo que muchos creen. Así que el 12 de mayo lo que habrá es una afianzamiento de las posiciones del PSOE.

¿Cuál sería el escenario más preocupante, el que haría peligrar la duración de legislatura?

Un escenario preocupante, pero que creo que no entra dentro de lo posible es que el PSC no fuera el partido decisivo para la gobernabilidad de Cataluña. Salvo ese, creo que es bastante evidente que nos va a ir bien en Cataluña y que eso nos va a servir para afianzar la legislatura.

Esta convocatoria electoral les ha pillado en medio de un caso de corrupción que salpica a Illa. ¿Van a poder bandearlo y obtener ese buen resultado en Cataluña?

Primero, a Illa no le salpica en ningún caso, le salpican algunos bulos e infundios. Segundo, en Cataluña no nos pilla con el pie cambiado, estamos muy preparados. De hecho, tenemos un candidato que está preparado desde hace mucho tiempo para darle la estabilidad que necesita. Nos daba igual ahora que dentro de ocho meses o dentro de un año. Es más, creo que Illa lleva llamando a la puerta de la Presidencia de la Generalitat mucho tiempo, y por tanto está perfectamente preparado. 

¿Piensa que puede haber una sensación de que se está gobernando en función de Cataluña y para ellos ahora mismo?

Es una es una visión interesada que algunos tratan de transmitir. Pero cuando se incrementa el salario mínimo interprofesional, se sube para todos los trabajadores de este país, y con las pensiones pasa lo mismo. Si eso es gracias a Cataluña, pues bendita Cataluña. En fin… Creo que está ayudando mucho a las personas más necesitadas de este país.

¿Cree que es saludable que Puigdemont sea candidato?

No lo sé. Eso le corresponde decidirlo a Junts. No voy a entrar en quién pone de candidato cada partido, allá cada cuál. Estoy muy contento con el candidato del PSOE, creo que es el mejor que hemos tenido nunca en Cataluña, para además el momento tan importante que van a vivir en estos próximos años.

¿Que sea candidato supondría un desgaste para ustedes?

¿Por qué? Hemos cerrado o querido cerrar una página en Cataluña, y allá cómo gestionen los demás el futuro. Tenemos un candidato que es el que representa el futuro, el presente y el futuro. Allá otros con las decisiones que quieran tomar con sus estrategias políticas. Nosotros, el futuro.

¿Es igual de optimista en el futuro de las europeas? Las encuestas no avanzan un buen resultado.

¿Cuándo las encuestas le han avanzado un buen resultado al PSOE? Si tuviéramos que fiarnos de ellas Pedro Sánchez no habría llegado a presidente del Gobierno, y habríamos tenido a Pablo Iglesias, Albert Rivera... Hay campeones de las encuestas y hay campeones de los resultados electorales. Nosotros estamos en la segunda categoría. Por tanto, confío que habrá un buen resultado en las europeas, y más después de las catalanas.

¿Es comparable el caso de Koldo con la denuncia por fraude fiscal de la pareja de Ayuso?

Tienen unos ingredientes muy similares. La gran diferencia es que mientras a nosotros lo de Koldo nos abochorna, lo ponemos fuera del partido y pedimos el acta al responsable de su nombramiento, al PP lo de Ayuso parece que le enorgullece. Y, en el fondo, tiene unos ingredientes muy similares: gente que ha querido lucrarse en lo más duro que hemos vivido en un siglo; gente que ha visto en el dolor, en la enfermedad y en el riesgo para la salud una oportunidad de forrarse. Ese ingrediente es el mismo en los dos casos.

El caso Koldo afecta a su departamento, donde ya ha habido ceses. ¿Está preocupado, piensa que ya tiene controlada la situación con las auditorías internas? 

Ni estoy preocupado, ni creo tener controlada la situación. Confío en la gente que trabaja en el ministerio, que tienen muchísimo nivel y que me merecen mucha confianza, pero tampoco tengo todo controlado. Es decir, lo que tengo es que estar atento, estar vigilante, cumplir con mis obligaciones que, entre otras, es controlar y dirigir el equipo. Y, si en el curso de esa dirección y de ese control, encontrase algún elemento que me llevase a la conclusión de que debo cesar a otras personas, lo haré, como lo he hecho sin ningún miramiento cuando he tenido que hacerlo.

En la gestión de estos casos se ha recurrido al y tú más. ¿Esto sirve para penalizar la corrupción socialmente o al final mancha a todos?

No coincido con el análisis de que lo que se está viviendo es el y tú más. Lo que se está viviendo es que surge un caso de corrupción en el PSOE, actuamos con absoluta diligencia, y quienes menos están en condiciones de dar lecciones, de rasgarse las vestiduras y de alzar la voz, son los que la están alzando. Entonces, lo que hace el PSOE es recordarles que no está en condiciones de dar lecciones. No estamos hablando de y tú más. No, no. 

Les estamos diciendo al PP es que tiene más corrupción. Lo que decimos es que si nosotros tomamos decisiones, no venga usted a empujar, que ya salen. No empuje, no empuje. Es que cuando a ellos les afecta un caso de corrupción, ya vemos cómo se comportan: como si la corrupción fuera algo propio de su organización. Nosotros, no. Ellos hacen el discurso de es contra el PP no del PP, pero actúan como si fuera del PP. Nosotros no decimos que sea contra el PSOE porque sabemos que ha surgido dentro del PSOE, pero actuamos contra quien se comporta así expulsándole de la organización. Esa es la diferencia entre unos y otros. 

¿Nota en la calle que la gente aprecia esa diferencia? Lo digo porque ha sufrido en carne propia reproches subidos de tono.

Yo recibo dos tipos de input, y ahora que se habla de polarización, muy extremos. Recibo el de mucha gente que está encantada con lo que estamos haciendo, pero también el de otra que está encendida contra lo que hacemos. Claro, esta es la realidad. ¿Qué pasa? Que hacen mucho más ruido los indignados que los que están a favor, pero no tengo muy claro que sean más los indignados que los que están a favor. 

¿Por qué? 

Me quedo con que los que están encendidos lo están fundamentalmente por el clima político que lleva creando la derecha desde hace seis años. Se ha cuestionado la legitimidad del gobierno de España desde el mismo día que Pedro Sánchez tomó posesión del cargo. Y eso se traslada a la calle. Es decir, el Partido Popular está ejerciendo un liderazgo irresponsable con la ciudadanía porque está exagerando, exacerbando, los ánimos. Las cosas que yo escucho en el Congreso de los Diputados son muy gruesas y, al final, no es de extrañar que eso se traslade a la calle y que ese clima se perciba. 

Después de este repaso de la política nacional, local y regional, ¿siente que cuándo sale de del microclima de Madrid se vive más tranquilo?

Eso es indudable. El clima político de M-30 para dentro es tóxico, tanto que, a veces, contamina al resto de territorios. Pero es verdad que fuera es de mayor sosiego. Viajo todas las semanas y veo ambientes estupendos, como mínimo, de respeto. Y eso en Madrid en muy complicado. Hay una parte de responsabilidad en las dos personas que lo lideran. Es verdad que la señora Ayuso siempre ha tenido el mismo perfil, pero me sorprende que el señor Almeida, que inició su andadura como alcalde siendo un gran conciliador, hoy sea un hooligan al nivel de Ayuso.

¿Ha encontrado Ayuso la horma de su zapato con usted?

Eso me cuentan. Me dicen que me tiene pánico. De hecho, rehuye el cuerpo a cuerpo, y eso que empezó entrando a él. Ayuso, que es el símbolo de una forma de estar en este país, de estar en política, de creer que uno está por encima de todo, de creer que uno, a pesar de que va desnudo pues tiene una corte de seguidores y de medios de comunicación que cuentan gestas absolutamente inventadas, a veces hasta ridículas, necesitaba alguien que la pusiera en la realidad. Y a lo mejor ese papel, indirectamente, he tenido que asumirlo yo.