El racismo se ha convertido en el principal motivo que está detrás de los delitos de odio en Castilla y León, desbancando a la ideología y a la orientación sexual, que en los últimos años venían ocupando los primeros puestos, según se pone de manifiesto en un estudio elaborado por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior al que ha tenido acceso Ical y en el que se refleja que el año pasado se registraron en Ávila cuatro delitos de este tipo, que se tradujeron en dos detenciones.
A nivel regional, el pasado año la Comunidad contabilizó un total de 64 delitos de odio, un 28 por ciento menos que en 2021y la cifra más baja desde 2018 . El racismo y la xenofobia son los principales motivos que está detrás de este tipo de delitos y aglutinan caso un de cada diez delitos. En total fueron 21 (32,8 por ciento, mientras que por motivos ideológicos se cometieron 17 (26,5 por ciento) y por orientación sexual (21,8).
Lo cierto es que la fuerte caída Castilla y León contrasta con el mantenimiento de este tipo de delitos en el conjunto de España, donde de los 1.874 de 2021 se pasó a 1.869 del pasado año. Al igual que en la Comunidad el racismo se situó en cabeza con 755 hechos conocidos (40,3 por ciento), por delante de la orientación sexual, con 459 (24,5 por ciento) y la ideología, con 245 (13,1 por ciento).
Con esta bajada, la tasa de casos por cada 100.000 habitantes cae en la Comunidad hasta 2,69, por debajo de la media nacional (3,93) y sitúa a Castilla y León como decimosegunda región con más delitos de odio, cinco puestos por detrás de la clasificación del pasado año. En cabeza se sitúa País Vasco (18,66), por delante de Navarra (12,39), Cantabria (4,78), Comunidad Valenciana (3,68) y Castilla-La Mancha (3,64). En el extremo opuesto y por detrás de Castilla y León aparecen Murcia (1,57), Extremadura (2), Aragón (2,36) y Andalucía (2,42).
Por provincias, Valladolid presenta la tasa más alta con 3,66 casos por cada 100.000 habitantes y también se sitúan por encima de la media regional Segovia (3,25), Burgos (2,84) y Salamanca (2,76). Por el contrario, Zamora, sin ningún caso, presenta la tasa más baja de España. En Segovia la tasa es de 19,5, en Valladolid del 2,31, en Salamanca del 2,44 y en León del 3,32.
En términos absolutos, Valladolid aparece en cabeza con 19 casos, por delante de León y Burgos, ambas con diez. Por detrás se sitúa Salamanca, con nueve casos; Segovia, con cinco, mientras que en las provincias de Ávila y Palencia se contabilizaron cuatro en sendos casos. Soria con una denuncia y Palencia con dos son las que menos casos registran.
En cuanto a los detenidos o investigados, en Castilla y León se contabilizaron 38 y casi la mitad fueron en Valladolid (17), por delante de Burgos (8), Segovia y Palencia, con tres en ambos casos. En Salamanca no hubo detenidos, en Soria uno y en Ávila dos, al igual que en León y Zamora.
víctimas. A nivel nacional, la mayor victimización se produce en personas de sexo masculino (59,46 por ciento), y el grupo de edad más victimizado se ha dado en el grupo de edades comprendidas entre los 26 y 40 años (31,37 por ciento). Los menores de edad constituyen el 12,16 por ciento, una cifra ligeramente más elevada que en el año 2021 (11,31 por ciento). Destaca la subida en el grupo de edad entre 18 y 25 años que pasa del 17,34 al 22,11 por ciento, reflejando que aumenta el número de víctimas jóvenes de delitos de odio.
Por otra parte, la mayoría de las detenciones por delitos de odio son de nacionalidad española (76,9 por ciento). Sin embargo, entre los de nacionalidad extranjera (23,1 por ciento), son los procedentes de Marruecos y Rumanía son los que registran un mayor volumen de casos.