Las cabinas de cobro de las autopistas de peaje de la AP-51, que une Ávila con Villacastín, y la AP-6, Adanero-Villalba, pasarán a la historia antes de que finalice este año y una vez que el grupo Abertis, al que pertenece la empresa Iberpistas, concesionaria de la explotación de sendas vías, concluya los trabajos de sustitución de estas cabinas, hasta ahora atendidas por personal, por máquinas de autocobro, que ya se han comenzado a instalar tanto en las referidas AP-51 y AP-6 como en la AP-61 (Segovia-San Rafael).
De hecho, quienes hayan utilizado alguna de estas vías de pago en las últimas semanas es probable que ya hayan observado estas nuevas máquinas en los peajes de estas autopistas, ya que la modernización y automatización de sistemas de pago comenzó a llevarse a cabo hace algún tiempo en estas tres vías, tal y como explican desde Abertis, donde señalan que no sólo la AP-6, AP-51 y AP-61 están incorporando estas máquinas de autopago a sus peajes, sino que este proceso de modernización se está llevando «en toda la red nacional de autopistas de pago».
Estas nuevas máquinas de autopago, señalan desde Abertis, «aceptarán todo tipo de pago», pudiendo elegir el cliente entre hacerlo en efectivo, tarjeta o telepeaje (Vía-T) en cualquiera de las nuevas máquinas, con lo que, destacan desde la empresa, los usuarios de peaje «dejarán de tener que estar pendientes de en qué vía meterse».
Las previsiones de Abertis pasan por que «antes de que finalice este año» las tres autopistas de peaje referidas, todas ellas explotadas por Iberpistas, ya dispongan de estas máquinas de autopago que estarán «conectadas en todo momento» con el centro de control de Iberpistas de San Rafael (Segovia). En total, una vez que finalice este proceso de modernización del sistema de pago entre la AP-6, AP-51 y AP-61, y según la información de la compañía, sumarán un total de «26 máquinas» de este tipo.
Finalizado el proceso de instalación de nuevos equipos de cobro, apuntan desde Abertis, «desaparecerán las cabinas que tienen dentro un cobrador», con lo que en las referidas vías de peaje «ya no será necesaria la presencia de cobradores físicos».
De hecho, la idea es que una vez que concluya el proceso de instalación de este nuevo sistema de cobro estas vías dejen de contar con cajeros físicos encargados de esta labor. «La función del cobrador clásico de toda la vida desaparecerá, ya que estas máquinas no requieren la presencia de un cobrador físico».
Así las cosas, esta automatización plantea a priori un excedente de personal , en concreto de los trabajadores que hasta ahora realizaban funciones de cajero en el sistema de cobro manual, al que la empresa dará respuesta de dos formas, siendo una de ella la «reasignación» de los antiguos cajeros «a otros puestos adaptados a las nuevas necesidades de las autopistas». Otra de las opciones que contempla la empresa para ese ‘exceso’ de plantilla que generará el cierre de las cabinas de cobro manual pasa por «prejubilaciones y bajas incentivadas de los trabajadores, siempre de manera voluntaria y pactada» y de acuerdo con lo aprobado en su día «con todos los sindicatos».
En el conjunto de estas tres vías de peaje, y según los datos facilitados por Abertis, este Plan de Modernización de la Red AP-6, AP-51 y AP-61, cuya ejecución estaba prevista para el periodo de tiempo comprendido entre los años 2011y 2014, afectaría a una plantilla de «31 personas» que, según lo acordado entre empresa y sindicatos, podrán acogerse a bajas incentivadas y prejubilaciones o, por contra, pasar a desempeñar labores de «apoyo, mantenimiento, asistencia técnica u otras» en el centro de operaciones de Iberpistas, situado en la localidad segoviana de San Rafael.