Abrigados, pero con mucha ganas de buena música

Marta Martín Gil
-

Las ganas de disfrutar de la música y de Hoyos del Espino compensaron la menor afluencia de público en una de las ediciones más nacionales de 'Músicos en la Naturaleza'

Abrigados, pero con mucha ganas de buena música

Con menos jaleo en los alrededores de la Finca Mesegosillo que otros años pero con las mismas ganas de disfrutar de la buena música y del aire y los paisajes de la Sierra de Gredos. Así se vivían en Hoyos del Espino las horas previas a la apertura de puertas de Músicos en la Naturaleza en una tarde en la que hubo que mirar de vez en cuando al cielo, por el temor a que las nubes negras que movía el viento descargaran, algo que afortunadamente no ocurrió.

Música en los alrededores de la Casa del Parque para hacer más llevadera la espera; barras al aire libre para charlar con los amigos; y jerseis y sudaderas para combatir las temperaturas propias de septiembre de las milenarias montañas abulenses, testigos este sábado de la edición número 16 del festival, una edición en la que no se registraron complicaciones en los accesos a Hoyos del Espino. La presencia de la Guardia Civil en los principales cruces y el menor volumen de automóviles en comparación con otros años contribuyó a esa fluidez que, sin duda, agradecieron las personas que este año sí que habían comprado su entrada.

Eran las siete de la tarde cuando se abrían las puertas del recinto. Y con calma, las personas que llevaban ya un tiempo esperando, como Javi y Ali, los mejores grupies de Melendi (que habían estado la noche anterior en un concierto del asturiano en Cuenca y que lucían sus camisetas de otros conciertos con mucho orgullo) fueron accediendo para tomar posiciones.

Abrigados, pero con mucha ganas de buena músicaAbrigados, pero con mucha ganas de buena músicaNada más entrar, ellos, como todos los demás, recibieron su 'kit ambiental' de Ecoembes. Hacían entrega de los mismos los 'voluntarios ambientales', chicos y chicas de Hoyos del Espino que con su trabajo se 'ganaron' las entradas al concierto.

Y poco a poco se iba llenando de público la gran explanada en la que tradicionalmente se celebra el festival. Carpas en las que tomar algo (como las dispuestas por la Diputación Provincial, con Ávila Auténtica o Coca Cola), y los ya tradicionales puestos de artesanía local sirvieron para hacer más llevadera la espera y los huecos entre conciertos.

Familias al completo, grupos de amigos, parejas... Todos ellos fueron 'tomando' la Finca Mesegosillo por donde también podía verse al consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y al delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández Herrero, entre otras autoridades.

Los alrededores del escenario (de 8 x 14 metros y cubierto por la posibilidad del agua que, como decimos, finalmente no hizo acto de presencia) fueron los primeros que se llenaron. Lo hicieron con mucha gente con ganas de buena música. Un público que no perdía detalle gracias a los 120 metros cuadrados de pantallas de vídeo y 150.000 watios de sonido, que junto a los 150 proyectores móviles de iluminación, permitieron disfrutar de un gran espectáculo. Quizá más 'en familia' que otras ocasiones. Pero con la calidad a la que Músicos en la Naturaleza tiene acostumbrado a su público.