El lujo de dormir a la intemperie

E.Carretero
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Laura Arroyo dejó hace cuatro años su trabajo como en una farmacéutica para volver a Navatalgordo y poner en marcha los primeros hoteles burbuja de Castilla y León, a los que en breve se sumarán dos cabañas, también dentro del concepto 'glamping'

El lujo de dormir a la intemperie

Laura Arroyo Sánchez no había cumplido aún el año cuando sus padres, natural él de Navarredondilla y su madre de Navatalgordo, dejaron este pueblo abulense para irse a vivir a Gerona, concretamente a Ampuriabrava. Pese a los kilómetros de distancia el vínculo con el pueblo nunca se perdió y los veranos, vacaciones y hasta fines de semana de Laura se llenaron de recuerdos vividos en Navatalgordo. Volver al pueblo en el que nació siempre fue un sueño para esta bióloga que trabajaba como investigadora científica para una farmacéutica. Pero también una idea que sin embargo siempre rondaba por su cabeza. «Siempre quise venirme al pueblo», asegura esta joven que no paraba de idear cómo volver al pueblo. Hasta que un día las redes sociales le encendieron la bombilla del retorno. Laura vio un hotel burbuja y pensó que ese tipo de alojamiento podría ser una alternativa turística muy interesante en un lugar como Navatalgordo. Tras comprobar que no había ningún tipo de alojamiento de este tipo no solo en la provincia de Ávila sino tampoco en Castilla y León se lanzó a ello.  

Gredos Estelar, su proyecto turístico, que comprende dos alojamientos tipo burbuja, abrió sus puertas en el otoño de 2020, en plena pandemia y en un momento de muchas restricciones para la movilidad en nuestro país. Sin embargo sus burbujas pronto empezaron a recibir huéspedes, encantados con un proyecto turístico que ofrece todas las comodidades de un hotel pero que a la vez permite disfrutar del contacto directo con la naturaleza, y en este caso con la observación de la misma, tanto de la tierra como del cielo oscuro, gracias a su estructura transparente.

No solo Laura regresó al pueblo que la vio nacer para hacer realidad este proyecto y cumplir el sueño de vivir en Navatalgordo sino que también lo hizo Pablo, su pareja, también biólogo y natural de esta localidad. «Hemos vuelto a repoblar el pueblo», apunta ella al hablar de Enzo, el hijo que la pareja tuvo el año pasado y que fue el primer bebé que nacía en Navatalgordo desde hacía seis años. Pero no el único de 2023 ya que el pasado año, y después de Enzo, también nacieron en este pueblo otros dos niños más, también de jóvenes parejas que han decidido dejar la ciudad para vivir en el medio rural.

El lujo de dormir a la intemperieEl lujo de dormir a la intemperie«En ningún momento me he arrepentido de la decisión que he tomado», asegura Laura que aún se sorprende al pensar lo mucho que ha cambiado su vida en solo cuatro años. «No echo de menos vivir allí ni la vida que llevaba», asegura esta joven empresaria para quien vivir en un pueblo es sinónimo de «calidad de vida». 

Con capacidad para dos personas, cada una de las burbujas de Gredos Estelar permite observar el entorno natural y también el cielo desde la comodidad de una suite. Y es que nada le falta a estas burbujas que, como explica Laura, están divididas en tres espacios comunicados entre ellos: el túnel de entrada; la burbuja dormitorio, que es la que se ubica en la zona de cúpula transparente, y la burbuja baño, que es opaca. Todas estancias se encuentran perfectamente climatizadas para garantizar el confort tanto durante el invierno como en verano. 

Además del equipamiento que se puede encontrar en cualquier establecimiento hotelero, y que en este caso incluye también nevera o microondas, las burbujas de Gredos Estelar también disponen de telescopios, que Laura y su equipo se encargan de enseñar a utilizar a los huéspedes para que estos después puedan utilizar estos equipos para la observación del cielo nocturno desde la comodidad de una suite.  

Cada una de las burbujas está situada en una parcela privada de 180 metros cuadrados, lo que pese a lo transparente de la estructura garantiza la privacidad de los huéspedes. Además, cada burbuja cuenta con una zona de descanso con mobiliario de exterior para disfrutar de la naturaleza al aire libre. Es más, incluso uno de estos dos alojamientos dispone de jacuzzi exterior, ideal para disfrutar de un baño caliente y relajante durante los fríos días de invierno. 

Tras algo más de tres años en funcionamiento, en breve Gredos Estelar ampliará instalaciones, en este caso con dos cabañas de madera con porche acristalado, con una pequeña cocina y sala de estar que siguiendo el concepto de glamping esta joven pareja de empresarios está a punto de poner en funcionamiento. 

«El 'input' que recibimos es muy bueno porque es una experiencia distinta;incluso si llueve es agradable», apunta Laura al hablar de lo que se siente durmiendo en estos hoteles burbuja de PVC que permiten disfrutar de una experiencia turística única y en pleno contacto con la naturaleza sin dejar de lado la comodidad.