El viento y la lluvia deslucen una Semana Santa atípica en CyL

SPC
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Las inclemencias meteorológicas afectan a multitud de procesiones y reducen la programación de actos en la Comunidad

El viento y la lluvia deslucen una Semana Santa atípica en CyL - Foto: Ical

Los fenómenos meteorológicos a causa de las sucesivas lluvias y las rachas de viento condicionaron los diferentes actos y procesiones de la Semana Santa de Castilla y León y obligó a la suspensión de un gran número de ellas por todas las provincias en días alternos, lo que la convirtió en una celebración atípica y deslucida.

El tiempo acompañó en la primera gran procesión de la Semana Santa y las de Las Palmas de este Domingo de Ramos, conocidas con el sobrenombre de 'La Borriquilla', fueron seguidas por miles de personas en Castilla y León, donde los niños fueron los protagonistas y, con sus palmas, dieron la bienvenida a Jesús y abrieron la Semana de Pasión. 

Del júbilo a la desolación, porque no muchas procesiones palentinas pudieron salir de manera ordinaria, salvo en la tarde del Domingo de Ramos y el Lunes Santo, dado que el resto de días estuvieron marcados por las suspensiones y actos paralelos extraordinarios o acontecimientos en el interior de los templos. Entre ellos destacó la celebración de la despedida llevada a cabo por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Madre la Virgen de la Amargura, en la plaza de San Pablo, en sustitución a su Procesión de Los Pasos, donde sus tres pasos a hombros asistieron a la ofrenda a los difuntos.

En Salamanca, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón regresó el Domingo de Ramos a las calles de Salamanca para redimir a A.G.G., un reo condenado por un delito continuado de alzamiento de bienes; mientras que el Lunes Santo, la Hermandad del Cristo del Amor y la Paz celebró la meditación colectiva sobre las últimas Siete Palabras de Cristo en la Cruz, con la participación del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. 

Tras una tarde del Jueves Santo mirando al cielo, las previsiones se cumplieron y la lluvia impidió a los cofrades de la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz de Salamanca sacar a las calles a esta imagen y a la de María Nuestra Madre de la iglesia del Arrabal, dejando así a la ciudad del Tormes sin una de las imágenes más icónicas de su Semana Santa. Con la vista puesta en el cielo, la lluvia también venció a la Hermandad del Silencio que tuvo que suspender su procesión prevista para este Sábado Santo, la más larga de la Semana Santa de la capital del Tormes.

Valladolid

De las 40 procesiones programadas, sólo se celebraron once con normalidad, mientras que 27 fueros suspendidas y dos se hicieron con alguna incidencia. Así, en la ciudad del Pisuerga, la lluvia obligó en el Jueves Santo a la suspensión de la procesión del Santísimo Cristo de la Luz, obra de Gregorio Fernández, por lo que se procedió al rezo de un Vía Crucis en el interior del Palacio de Santa Cruz de Valladolid. También ocurrió con la Muy Ilustre Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad de Valladolid, que suspendió la Procesión de Penitencia y Caridad, que sacaría a las calles el paso de la Quinta Angustia (Gregorio Fernández, 1625). 

Aun así, la Procesión del Santísimo Rosario del Dolor volvió a recorrer las calles de Valladolid con cuatro tallas de Gregorio Fernández y dos más del siglo XVII. Organizada por seis cofradías de la ciudad, partió de la iglesia de la Santa Vera Cruz para dirigirse a la plaza Mayor donde se produjo el rezo del rosario frente a la Casa Consistorial, coincidiendo con la llegada del misterio.

En el interior de la catedral tuvo lugar el Sermón de las Siete Palabras, donde el vicario general de la Archidiócesis de Valladolid y rector de la Basílica-Santuario Nacional de la Gran Promesa, Jesús Fernández Lubiano, lanzó hoy un mensaje por la "deseada", "anhelada" y "necesaria" paz en el mundo, que lamentó "nunca llega" y alertó de la "tentación de la soberbia y de la autosuficiencia".

La ciudad también pudo disfrutar este Viernes Santo de la Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor, una completa representación de la Pasión de Cristo desde la última cena hasta la soledad de la Virgen María. No obstante, los vallisoletanos y turistas no pudieron disfrutar de la Procesión del Entierro de Cristo del Sábado Santo.

Para cerrar la Semana Santa, el tiempo tampoco dejó a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, María Santísima de la Alegría y las Lágrimas de San Pedro, así como a la del Santo Sepulcro y del Santísimo Cristo del Consuelo realizar la Procesión del Encuentro, en el Domingo de Resurrección, que iba a acoger la plaza Mayor de Valladolid.

León y Burgos

La precipitación hizo daño en León y Burgos y afecto a gran número de actos procesionales. Así, la lluvia obligó a prescindir de los pasos en la Procesión del Perdón de León del Martes Santo, al igual que el Jueves Santo, que también se vio afectado y la precipitación obligó a modificar la celebración del Pregón a caballo organizado por la Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz. Aun así, la Procesión de Los Pasos del Viernes Santo pudo recorrer las calles leonesas.

Con el Sábado Santo, la amenaza de lluvia se cumplió y la Semana Santa Leonesa no pudo cerrar sus celebraciones con el habitual broche de oro que tiene la plaza de la catedral como escenario, con el Encuentro entre la Virgen María y Cristo resucitado, de la mano de la Real Hermandad de Jesús Divino Obrero. Tampoco tuvo suerte la procesión del Desenclavo de León tuvo que ser suspendida.

En Burgos, el Jueves Santo y la Procesión del Encuentro, uno de los actos más emotivos de la Semana Santa de la capital, no puso realizar su estación de penitencia, la cual reúne cada año a centenares de personas a los pies de la catedral para contemplar el ansiado encuentro entre madre e hijo.

La lluvia no dio tregua y obligó a modificar lo previsto para esta jornada de Viernes Santo. Tras la suspensión ayer de la Procesión del Encuentro, otro de los momentos más representativos, el acto del Desenclavo de la Cruz no pudo celebrarse en la plaza de Santa María, al aire libre, y tuvo que llevarse a cabo, finalmente, en el altar mayor de la catedral.

De igual forma, la lluvia interrumpió el Sábado Santo la Procesión del Santo Entierro, después de que su inicio se retrasara media hora para evitar que las precipitaciones hicieran acto de presencia. Sin embargo, el cortejo se vio sorprendido por un aguacero obligó a las cofradías y hermandades a refugiarse y volver a sus sedes lo antes posible.