Navarrevisca podrá seguir descubriendo su pasado gracias a que la Diputación de Ávila ha dado el visto bueno a la III Fase de Excavación en el yacimiento del Cerro de la Mesa de Navarrevisca. Es mucho lo que se ha desvelado ya tras las fases anteriores, con importantes hallazgos en forma de ajuares aparecidos en sarcófagos, de adornos, de vestimentas y sobre todo de templos que permiten saber muy claramente los orígenes de un lugar sagrado nacido alrededor de una piedra sacra, de un totem, que datan en la prehistoria y que «estuvo vivo hasta el siglo XIX». Así lo afirmaban los arqueólogos Jesús Caballero y Blas Cabrera, de la empresa Castellum y a la sazón la responsable de las excavaciones ya realizadas y también de la que vendrá «en un mes aproximadamente». Precisamente Cabrera puso de manifiesto este miércoles uno de los descubrimientos más importantes para este lugar: un tremis de oro, una moneda de oro de la época visigoda y que es de las pocas monedas que han aparecido en excavaciones de la provincia y de la que daremos más detalle a continuación.
Caballero y Cabrera estuvieron presentes en una rueda de prensa en la que la primera intervención corrió a cargo de Eduardo Duque, diputado de Cultura y quien aseguró que para la III fase se pone por parte de Diputación 40.000 euros que irán sobre todo a continuar la excavación alrededor de la ermita de San Pedro. En este caso se centrarán en dos construcciones que hay en la zona, ambas de forma rectangular y que «están a los pies de la ermita del templo visigodo». La intención de algún modo es comprobar si se confirma la tesis de José Antonio Calvo sobre que este lugar era el lugar de todos los santos en el que habría tres templos, el de Santa Marina, Santa Coloma y San Pedro. Faltaría por 'aparecer' un tercero que es en lo que se centrará la nueva intervención (y base tiene).
La alcaldesa de Navarrevisca, Leticia Sánchez, se mostró satisfecha con lo que se ha materializado hasta ahora y con la nueva excavación que puede seguir aportando valor a un «hallazgo cultural muy importante ya para Navarrevisca, pero que también es identificativo de la comarca del Alberche». Es un atractivo más para poner en valor el patrimonio, pero es que además recordaba que incluso ha sacado a la luz «hallazgos inesperados» y no menos importantes porque han permitido datar el lugar, en referencia a ese 'tremis'.
Del lugar hablaron largo y tendido los profesionales de Castellum.Cabrera centró gran parte de la intervención en el 'tremis', «unas monedas que no son muy frecuentes en los hallazgos», al menos no en Ávila, donde ésta sería la tercera pieza encontrada en la provincia tras la de Chindasvinto hallada en el Episcopio de Ávila y una emisión de Recaredo procedente de El Raso, en Candeleda.
Monedas que en algunos casos estiman servirían para adquirir productos de lujo o para el pago a las tropas o como herramienta tributaria, pero que en el caso de Navarrevisca se utilizó en rituales funerarios.
Como explicaron: un hallazgo fundamental para datar en el siglo VII-VIII el mausoleo visigodo descubierto en la zona. Lo que se basa en el tremis, en cuyo el anverso aparece el busto de los dos gobernantes en igualdad, sujetando una cruz, y el nombre de Égica; y en el reverso, que recoge el lugar de emisión de la moneda, Híspali (Sevilla), y el nombre de Witiza. Es uno de los hallazgos, pero ha habido muchos más: vestimentas, pulseras de bronce, fíbulas, hebillas, fragmentos de broches con adornos de latón y damasquinados y restos cerámicos, algunos de ellos muy bien conservados y otros bastante menos por estar realizados en vidrio (soplado) con paredes, por tanto, muy finas y frágiles, continuó su relato Cabrera.
Era Caballero quien hizo una semblanza de los orígenes de este lugar sagrado, un cerro 'nacido en la prehistoria', en torno a una peña sagrada, que fue cristianizado «y donde posiblemente se estableción un eremita» en los primeros tiempos de esa cristianización, allá por los siglos IV, V, y VI. Fue en aquellos tiempos de la primera cristianización cuando el lugar fue «cobrando fama».Al siglo VII pertenecería el templo visigodo que después se expoliaría y abandonaría (pero que no obvia que hayan aparecido ciertos hallazgos).Sería después en el siglo XII cuando se volvió a ocupar y se cristianizó definitivamente con la construcción del templo de San Pedro. De todo ello y mucho más habla la historia de las excavaciones y justifica la nueva fase que está a un mes más o menos de llegar y que se extenderá al verano.