La Unión de Campesinos de Ávila (UCCL) mantuvo su respaldo y volvió a ganar las elecciones agrarias en Ávila, seguida de Jóvenes Agricultores-Asaja, que continúa en segundo lugar pero recortó diferencias. En tercer lugar se volvió a quedar la Alianza UPA-COAG, que perdió fuelle y estuvo a punto de quedarse sin representatividad en la provincia.  

Los resultados provisionales, con el cien por cien del escrutinio, cifraron en cerca del 43% el apoyo recibido por UCCL-Ávila que, liderada por Francisco Robledo, su presidente, volvió a ser la candidatura que logró una mayor representatividad. En concreto, recibió 1.120 votos de los poco más de 2.600 votos emitidos, el 77% del censo total, que estaba formado por unos 3.400 trabajadores del campo.

Desde UCCL quisieron agradecer el apoyo recibido y la confianza. «Os aseguramos que seguiremos trabajando por los agricultores y ganaderos de la provincia como llevamos haciendo estos años, manteniendo nuestra independencia política que nos permite alzar la voz y movilizarnos ante quien haga falta». Su presidente trasladó su «satisfacción» por haber logrado mantenerse como la organización agraria con mayor respaldo, lo que achacó al trabajo realizado en estos años por todo el equipo. Incorporado al cargo en junio, aseguró que había vivido sus primeras elecciones como presidente con «nervios» porque «nunca sabes cómo va a ser la acogida», aunque en estas semanas ya fuera viendo que «los socios estaban respondiendo».  

Sobre los retos de esta nueva etapa, aseguró que seguirán trabajando por «solventar los problemas del campo, que son muchos, como los derivados de la PAC, la cadena alimentaria, la sanidad animal, la fauna salvaje o la poca incorporación de los jóvenes al sector».

También había satisfacción en las filas de Asaja, la única organización que creció en términos relativos, al pasar de un apoyo del 31% al 36%. Con 949 votos obtenidos este domingo, se contabilizan más de cien más que en 2018, contribuyendo así al triunfo regional de la organización. 

Su presidente, Joaquín Antonio Pino, destacó el trabajo realizado en estos cinco años por todo el equipo y también el crecimiento experimentado por la organización en los últimos 14 años, desde su llegada a la misma. «En 2007 obtuvimos 251 votos y el 8% de apoyo y éramos una organización prácticamente residual y ahora somos la segunda fuerza agraria y  tenemos ocho oficinas y un equipo técnico importante», señaló Pino, quien también valoró el salto dado por Asaja en unas elecciones en las que «siempre hay pocas variaciones». Además, destacó que Asaja «es la única organización con representatividad en las nueve provincias y la única que ha crecido en el cómputo regional, llegando al 45%».

En cuanto a los retos, apuntó que «nos debemos a los agricultores y  ganaderos y seguimos comprometidos con trabajar y dar la cara ante las administraciones, la industria y la distribución y también en las manifestaciones que hagan falta, sin apego a ninguna opción política; no nos escondemos y eso se ha valorado», señaló. Sobre los problemas del campo, «urge la incertidumbre de los costes de producción, junto con la nueva PAC».

El análisis no fue tan positivo en la Alianza UPA-COAG, que se mantuvo en tercer lugar pero con menos peso, al pasar del 24% al 20,5%, en el límite de la pérdida de representatividad, fijada en el 20%. Su secretario general, Ventura González, reconoció que era un «mal resultado». «Pese al aumento de afiliados, hemos perdido un 4% de apoyo y un centenar de votos», lo que se achaca en parte a que «muchos se han jubilado», pero «también hay que analizar por qué no se ha incorporado más gente». En este sentido, abogó por estudiar «qué ha pasado» y «por qué no estamos acertando con los agricultores y ganaderos», al seguir defendiendo que «nuestro modelo es el que representa al verdadero productor».