LETICIA Izquierdo es una arquitecta e investigadora de Ávila que utiliza la Inteligencia Artificial para diseñar el futuro de las ciudades. Forma parte del City Science del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), donde está realizando un posgrado gracias a una beca de investigación de la Fundación 'la Caixa'. Como experta en la materia, recientemente ha sido ponente en una charla TEDx en Boston en la que hizo hincapié en el papel crucial de la inteligencia artificial (IA) para crear espacios urbanos que tengan en cuenta aspectos sociales, económicos y ambientales. En este marco, propone recopilar otro tipo de datos que permitan crear ciudades que no solo sean eficientes, sino también lugares seguros, amigables y atractivos para vivir.
¿Cuál es exactamente su labor en el MIT?¿Qué están estudiando?
Es un programa de investigación a priori de dos años, que da acceso al Doctorado de investigación que quiero hacer, y en el grupo 'Ciencias de la ciudad' trabajamos en temas de diseño urbano, movilidad y arquitectura robótica. Abordamos nuevas formas de movilidad, como sistemas de micromovilidad, desarrollamos nuevas plataformas para tener un diseño colaborativo en el que involucrar al ciudadano, y en la parte de arquitectura robótica trabajamos en mobiliario que se pueda mover para adaptarlo a las necesidades. Hay una crisis total de la vivienda y esto responde un poco a esa necesidad de tener viviendas pequeñas pero que den mucho de sí para que, por ejemplo, una habitación en otro momento del día pueda ser un salón.
¿Cuál es el concepto de la ciudad del futuro en el que están trabajando?
Es aquella que incluye las tecnologías que se están desarrollando de tal manera que estén conectadas entre ellas y que ayuden a cambiar de forma dinámica el espacio urbano para priorizar a las personas a los coches, por ejemplo. Igual que ahora tenemos calles y ciudades que están diseñadas principalmente para los coches, una opción del futuro sería tener calles peatonales en las que de vez en cuando se van proyectando luces que dejan un espacio para los coches. Esa es una opción. Luego a lo mejor tendremos microcoches eléctricos, que sería como un mix entre bicicletas y coche eléctrico, lo que se llaman sistemas de micromovilidad. Además en España eso se puede recoger bien porque las calles son caminables, imagínate en Ávila unos cochecitos, eso sí, preparados para el invierno, que eliminen los coches tradicionales. Las distancias en Ávila a veces permiten no usar coche y muchos de los viajes son de una persona sola en un coche. Esa sería una opción más eficiente no solo en lo referente al espacio sino desde el punto de vista medioambiental. Todas estas tecnologías se pueden aplicar para hacer espacios más sostenibles, más enfocados en el ser humano y más habitables, para dar más protagonismo a la persona.
¿Qué papel juega la Inteligencia Artificial?
Es importante porque han salido modelos de Inteligencia Artificial superpoderosos con los que no habíamos contado hasta ahora. Y la IA básicamente lo que hace son tareas que podría hacer una inteligencia humana pero de forma más rápida y expansiva, en el sentido de que puede tener en cuenta muchas variables al mismo tiempo y optimizar el objetivo. Puede ayudar a las ciudades a tomar decisiones basadas en la evidencia de forma más efectiva. En Ávila sería bonito entender cómo se mueven los vecinos y cómo los turistas y ver, en función de estos patrones de movilidad, los espacios clave para ubicar lugares y servicios que beneficien a ambas capas, para determinar las necesidades. El punto crítico de esto es que es una tecnología muy poderosa que tradicionalmente se ha utilizado para optimizar flujos del tráfico, por ejemplo, pero no se ha utilizado todavía para diseñar ciudades teniendo en cuenta aspectos más sociales. Ysi seguimos haciendo solo lo primero puede que sean ciudades súper eficientes, no caóticas, pero puede que estén vacías.
¿Qué hay de los riesgos?
A mí me gusta pensar en la IA como una máquina del tiempo en la que tenemos la capacidad de analizar todo lo que ha pasado hasta ahora y en base a eso tomar decisiones futuras. ¿Cómo aprende? Recogiendo nuestros datos. ¿Puede ser peligroso?, sí. Nosotros ahora trabajamos con datos de Amazon, de tarjetas de crédito y de móviles para entender cómo se comporta el consumidor de diferentes ciudades y cómo cambiarlas en función de esto, y existen riesgos. También está el riesgo de confiar en exceso en esta tecnología, al final tiene que haber un factor humano.
¿Y cómo se puede modificar una ciudad que ya está construida?
Cuando pensamos en ciudades lo hacemos en el diseño y lo más importante es cómo las operamos, cómo podemos introducir cambios. Y aún así se pueden rehabilitar zonas y cambiar partes del diseño y también es importante para las ampliaciones. Las ciudades están creciendo en todo el mundo y la población necesita viviendas, hay nuevos desarrollos y ahí es importante utilizar la tecnología con cabeza para no desarrollar todos estos edificios aburridos, iguales y sin personalidad solo desde el punto de vista de la eficiencia, sino pensando en el ser humano.
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