Real Ávila.

Ñete; Peñalvo (Alberto Martín, 77'), Sito, DiegoRubio, Llorián, Oli (Toper, 64'); Tena (Dani Marqués, 58'), David Sanz (Keita, 77'); De Mesa (Edmilson, 64'); Ivi y Babu.

Mirandés B.

Iago; Durán, Chinchu (Ferreres, 74'), Pica, Daniel (Hodei, 45'); Nene (Quetglas, 61'), Asier (Murcia, 45'), Javi, Sergio; Nacho y Salifo (Arturo, 61').

Árbitro.

Manso Rojas.

Mostro cartulinas amarillas a los encarnados Tena yEdmilson; y a los visitantes Daniel, Chinchu, Nacho y Durán.Expulsado Durán (2A 79')

Goles.

1-0 (15') Babu. 2-0 (42')Babu. 3-0 (72') Ivi. 3-1 (90') Duran.

Incidencias.

Partido correspondiente a la jornada 20 de la Tercera RFEF - Grupo VIII disputado en el Adolfo Suárez.

El Real Ávila arrolló a unMirandés B inoperante que se marchó del Adolfo Suárez sin saber por dónde le habían venido los golpes. «Nos han pasado por encima» señaló con claridad JonathanPrado tras un partido en el que los encarnados maniataron al filial rojillo –fuera de su casa azul celeste– de principio a fin con un partido serio cuando hubo que trabajar sin balón,  eficaz cuando lo tuvieron y demoledor en ataque, donde Babu es auténtica pólvora. El nuevo delantero encarnado reventó el partido con su energía, hambre e intensidad. Una 'locomotora' que se llevó por delante lo que hizo falta para hacer el primero y que dejó a todos a su estela para firmar el segundo y llevar al Mirandés B a la lona, un equipo desangelado que no compareció en el Adolfo Suárez. Ni pusieron de su parte ni le dejaron los encarnados, que han encontrado en el nuevo sistema de tres centrales el guante perfecto para noquear a cuantos se pongan a su paso. Que pase el siguiente.

Se esperaba mucho del partido, motivos había de sobra.No sólo eran los contendientes, sino todo lo que había en juego.  Siempre son tres puntos, pero no siempre son iguales. Los de este domingo eran muy golosos para elReal Ávila, que podía dejar fuera de juego a un rival siempre dispuesto a pelear por los playoffs en una jornada en la que elAstorga se había dejado los suyos ante el Júpiter. Para el Mirandés B eran indispensables. Si querían pensar en estar arriba debían ganar. Sin embargo los de Jonathan Prado nunca dieron la sensación de la urgencia ni la ambición.Todo lo contrario. Su salida al campo fue tímida en todos los sentidos. Y no lo desaprovechó un Real Ávila, que empezó rondando el área ajena con Oli –primer partido de titular– y terminó por encontrar el gol conBabu. Lo había intentado –minuto 12– con un disparo que Pica desvió de cabeza a córner y llegó poco después –minuto 15–  con el delantero gambiano de nuevo como protagonista. Quiso recortar en el área a Chinchu, pero se fue al suelo. La jugada quedó viva. Porque el balón llegó a los pies de Javi De Mesa. En el lateral del área y con Daniel pendiente del regate, el '10' la colgó al primer palo donde Babu entró con fuerza y agresividad ante la estirada de Iago en el área pequeña. Se pidió falta sobre el portero. Vista la acción, otros la hubieran señalado, pero Manso Rojas sacó su bolígrafo para apuntar el 1-0.

El gol obligó al Mirandés B a estirar líneas o al menos a intentarlo, pero le faltaban ganas y predisposición. Asier, llamado a mucho más, se escondió. Al descanso ya no saltaría al verde. Salifo, un delantero de más tallaje que fútbol, vivió en soledad ante la marca de Diego Rubio, Llorián y Sito, que estrenó posición de central. Mientras el Mirandés B se desesperaba el Real Ávila seguía a lo suyo, socavando el ánimo de un rival anulado. Buscaban los encarnados el 2-0. Fue un centro al área pero la falta que botó Peñalvo –minuto 22– desde el lateral se envenenó. Nadie acertó a rematar, nadie a despejar y el cuero se marchó susurrando al palo. Yde falta –minuto 31– De Mesa buscó la escuadra. Se quedó cerca cuando su lanzamiento desde la frontal silbó a la cruceta.

Estaba con ganas un Real Ávila que no se conformaba. No lo hacía el equipo y no lo hacía Babu, que afrontaba cada acción como si fuera la última de su vida. Estaba en todas. Y con ese ímpetu, tenía que estar en el 2-0. Con el Mirandés B tratando de volcar el partido sobre el campo encarnado el gambiano fue letal. Recuperación encarnada en campo propio, carrera de Babu al espacio y demostración de ganas y fuerza. Se marchó en banda por velocidad para alcanzar el área. Pudo darle el gol a Javi de Mesa, pero le quería para sí. Ya en el área, encaró Chinchu, regateó hacia dentro y la pegó con fuerza a la escuadra contraria para hacer el 2-0 antes del descanso.

No esperó Jonathan Prado para tratar de cambiarle el rumbo del partido. Primeros cambios para darle otro vuelo a un equipo desnortado. El partido estaba en manos de los encarnados, era cuestión de no soltarlo. Con un 2-0 en el marcador la segunda parte ofrecía un escenario muy diferente.  En las contras de Babu tenía un arma siempre cargada. Quiso volcar balones el Mirandés B, que tuvo en las botas de Murcia la mejor ocasión. Tras una salida de puños de Ñete, el '8' visitante recogía el balón en la frontal y su disparo lo repelía el larguero. Avisaba el equipo de Jonathan Prado cuando aún quedaba media hora por disputarse.

Quería poner el Mirandés B en duda el partido pero Ivi se encargó de evitarlo. De una falta en la frontal sobre DaniMarqués, Ivi se inventó la sentencia. A un paso de la línea del área el segoviano disparó –minuto 72– por bajo y ajustado al palo corto, donde no lo esperaba Iago, que se estiró pero no alcanzó. El cuero se colaba pegado al palo, con cierta intriga pero con la seguridad de su lanzador, que firmaba el 3-0 para ajusticiar al Mirandés B, que se quedaría con diez los últimos minutos cuando Durán, al borde del área y el riesgo del penalti, cazaba a Babu y veía la segunda amarilla para hacer aún más plácido y sencillo un final de partido que dejó los primeros minutos como encarnados de Edmilson y Keita.

Con el tiempo cumplido maquillaría el resultado elMirandés B. Había desviado Ñete en un buen mano a mano ante Arturo pero en el saque de córner era Durán el que se encontraba con el balón a sus pies en el punto de penalti. Su remate se coló (3-1) entre las piernas de todos. Una anécdota para las estadísticas. Lo que no fue una anécdota fue el buen partido de los encarnados. Y ya van varios.