La Feria de Artesanía echa el cierre con buenas sensaciones

M.E
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El calor y la menor presencia de turistas se ha compensado, para algunos, con la clientela fija y el cambio de ubicación a Mercado Grande. Público y participantes se muestran contentos

La Feria de Artesanía echa el cierre con buenas sensaciones - Foto: David Castro

Aunque nunca llueve a gusto de todos y la alegría va por barrios, la sensación general de algunos de los artesanos participantes en la Feria de Artesanía de Ávila es de moderada satisfacción. En general se muestran contentos por la afluencia de gente, sobre todo a última hora de la tarde, y con las ventas, aunque el calor de estos días se apunta como uno de los factores claves de esta XXXIX edición, junto a la del cambio de ubicación desde el Paseo del Rastro hasta el Mercado Grande. 

De esta manera, la Feria de Artesanía de Ávila echó el cierre anoche con una valoración bastante positiva y con algunas ideas de mejora por parte de algunos de los artesanos, como las de tratar de alargar los horarios y adaptarlos a las horas de menos calor, la apuesta por esta ubicación o la rebaja del coste del expositor, ya que algunos de los participantes comentaron que si sale una feria floja puede hacer que ni siquiera cubras gastos. En cualquier caso, la mayoría de los artesanos consultados destacaron su voluntad de repetir en una plaza en la que muchos de ellos ya son veteranos y en la que tienen clientela fija. 

Con cerca de una treintena de talleres, la mayoría llegados desde Castilla y León y con presencia también de Ávila, la feria recibía este domingo a sus últimos visitantes. Para algunos era la primera vez que iban, al volver ahora de las vacaciones, y otros acudían con la firme intención de comprar los productos «de calidad» a los que ya le habían echado el ojo durante la semana entre la amplia oferta existente, al abarcar desde pendientes y collares a jabones, textil, bolsos, menaje de casa, juegos y objetos de decoración, en sus diferentes formatos, estilos y materiales. Pese al calor no faltaban los curiosos y los clientes, ni tampoco los turistas que se habían encontrado la feria por casualidad, como Luisa, de Zamora, que agradecía el cobijo y el rato de compras.

Una de las artesanas recordaba que había tenido clientes con acento inglés, francés y hasta alemán, mientras que otro, también de fuera, aseguraba que este año había visto menos turistas que otros años, lo que se había podido compensar con la clientela local. Otra de las participantes valoró la feria en los mismos parámetros que el año pasado y aseguró que el cambio de ubicación no se había notado en exceso, aunque muchos de sus compañeros destacaron el nuevo emplazamiento como uno de los factores positivos de esta edición. «En el Rastro hacía más calor y pasaba mucha menos gente», subrayaban. «Hemos tenido algunos ratos muertos porque hacía mucho calor, pero a partir de las siete se ha ido animando», añadían. La organización, en manos de la Federación de Organizaciones Artesanas de Castilla y León (Foacal), también fue uno de los puntos bien valorados.