Martiherrero revive una tradición que no olvida

B.M
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La localidad celebró su matanza popular con un conjunto de actividades que incluyeron comidas, sacrificio de cerdo, muestra del estazado, elaboración de productos obtenidos del animal y su venta al público asistente

Martiherrero revive una tradición que no olvida - Foto: Isabel García

Martiherrero no olvida sus tradiciones y está dispuesto cada año a revivir parte de ellas, como sucedió este fin de semana con su Matanza Popular, que cumple nueve ediciones convertida en una auténtica fiesta que disfrutan los vecinos y los visitantes. Para ello hay comidas (cocido y patatas revolconas), el sacrificio del cerdo, con el churrascado y puesta a secar en canal, demostraciones, música y, en la jornada del domingo, el estazado, degustaciones, elaboración de los productos elaborados del animal, terminando con una concurrida venta para llevarse lo mejor del sabor.

Con las carpas preparadas para luchar contra el frío, el domingo se podía ver el momento del estazado del cerdo, es decir, a separar las diferentes partes para conseguir los productos. Los encargados de esta tarea, con sus inseparables cuchillos, explicaban que lo más complicado es sacar los lomos. Y sí, lleva tiempo, pero ellos ya son «especialistas». No muy lejos de ellos se encontraba un grupo de mujeres preparando los productos para la venta, por ejemplo envasando las morcillas que se hicieron el día anterior. Lo que esperaban para la venta lo tenían claro, todo iba a desaparecer.

Mientras llegaba el momento de la venta se podían disfrutar de unos buenos torreznos recién preparados o ver la muestra de aperos tradicionales para conocer la forma en la que se trabajaba antiguamente. Se esperaba también el momento de la comida, con patatas revolconas, o se aprovechaba para tomarse una fotografía en un pequeño photocall.

Martiherrero revive una tradición que no olvidaMartiherrero revive una tradición que no olvida - Foto: Isabel GarcíaHasta el lugar llegaron vecinos y visitantes o incluso algún grupo como el de Senderismo Fácil Ávila, habitual en estas fiestas.

El alcalde de Martiherrero, José Luis del Nogal, explicó que el viernes tuvieron problemas por la nieve pero al final se pudo hacer todo el preparativo, mientras que el sábado «la gente se animó» y estuvieron cerca de 500 raciones de cocido repartidas. Para ellos, la tradición de la matanza «es algo más que un evento que realizaban las familias antes, era una forma de vida, de poder subsistir los inviernos» y por eso «guardar esa esencia de hacer las cosas es fundamental porque no vamos a olvidarlo y vamos a seguir con ello».