El Plan Director Global de Iluminación de la Muralla de Ávila y su entorno tendrá una zona de pruebas en la calle San Segundo, en donde se estrenará la nueva luz que hará lucir al principal monumento de la ciudad, que, en caso de resultar positiva, se trasladará a todo el perímetro.

Así se recoge en el proyecto de iluminación exterior del tramo comprendido entre el cubo de la Esquina y el Cimorro de la Catedral. En total serán 7 cubos, dos de ellos formando la Puerta del Alcázar, y 6 tramos de lienzos. A la vez se renovará la iluminación vial y peatonal de la calle de San Segundo de manera parcial, desde el Rastro hasta llegar a la Puerta de Carnicerías, y servirá toda esta intervención como prueba piloto del Desarrollo del Diseño de Iluminación para la Muralla de Ávila.

La idea que se refleja en el proyecto es la de «motrar mediante efectos de contrastes qué elementos tienen más valor en el conjunto», de tal manera que «la luz generará un suave baño que revele las diferentes tipologías de superficies». Para conseguirlo, «se emplearán una base de 3 intensidades lumínicas, con un primer nivel lumínico suave en la superficie de los lienzos». El segundo grado del nivel lumínico «será para los torreones y puertas» y se realizará un tercero «con un nivel más alto» para «la acentuación de elementos destacables».

luminarias. El proyecto marca la necesidad de que las luminarias que proyecten esa luz contra la Muralla «deben 'desaparecer' visualmente», para «de esta manera evitar la contaminación visual y favorecer la contemplación» del monumento. Así, las luminarias se ubicarán «mayoritariamente en 'casamatas', lo que las ocultará totalmente al flujo habitual de los viandantes», pero «en el caso de que las luminarias tengan que instalarse en postes, estos incorporarán los accesorios antideslumbrantes necesarios y tendrán un acabado totalmente neutro que será el mismo que se emplee en el resto de postes y luminaria viales, formando parte del conjunto que creará el nuevo paisaje de mobiliario urbano». Cuando no sea posible que se instale en un poste, se fijara en paredes cercanas.

En cuanto a los proyectores, «serán muy técnicos para que permitan tener una gran cantidad de opciones para adecuarse las necesidades de la relación entre el monumento y la posición de los proyectores».

Esta nueva iluminación necesitará de «un control muy alto del haz lumínico, para lo que será necesario modificar la óptica de los proyectores para evitar o minimizar al máximo la dispersión del haz de luz, para evitar enviar luz hacia el cielo, por la parte superior del monumento, y equipar los proyectores con una serie de accesorios que limiten los haces lumínicos hacia la zona adecuada, sin contaminar otras zonas ni enviar luz al hemisferio superior».