Las casetas, lugar de encuentro para jóvenes

Alberto Domingo
-

Como cada año, las casetas de las peñas contribuyen a la celebración de las fiestas en el recinto ferial junto a la plaza de Toros, con la congregación de gente que disfruta del verano

Las casetas, lugar de encuentro para jóvenes

La ciudad de Ávila durante el mes de julio experimenta cambios muy profundos. La fiesta se traslada al recinto ferial de la plaza de Toros donde aquellos que no han abandonado la ciudad para vivir sus vacaciones, disfruta de las buenas temperaturas que ofrece la provincia cercana a la sierra con una belleza única. Durante dos semanas, la zona sur se convirtió en el epicentro de la fiesta para todos los adolescentes. La participación activa de las distintas peñas de la ciudad hicieron posible una celebración llena de música y bebida. En concreto, en la zona de los aparcamientos se colocaron cada uno de los principales barrios con la delimitación de las casetas. Una zona que marca el lugar para el disfrute de todos los abulenses que quieran bailar, tomar algo o cantar junto a la familia y amigos. En orden se pudieron visitar la peña de las Vacas, la Aldea, Salud y Esperanza, San José Obrero, las Hervencias, los Mozos de la Asunción y San Antonio. Para elegir la que cada uno quiera. Nada más entrar, cada una se distribuyó de una forma cómoda pensando en todos los participantes. Además, presentaron una divertida decoración que llama mucho la atención. Por ejemplo, un peluche de un ovni, o un póster gigante de Homer, protagonista de los Simpson, son elementos clave para llamar la atención entre los que rondan la zona.

Lo que más llama la atención fue el contraste de edad entre la gente que compartió un momento de diversión. Se mezcla gente mayor con adolescentes sin hacer ningún tipo de discriminación para llenar la zona colindante a la plaza de Toros. Con la distribución de mesas y sillas, se fueron ocupando de forma espontánea por gente que celebra un año más, las fiestas de verano de la ciudad. Con precios reducidos en las bebidas alcohólicas, son muchos los que decidieron hacer "botellón" junto a sus amigos para disfrutar de una manera diferente la música.

peñas. Fueron capaces de crear un ambiente de unión, todas las personas, da igual la edad, época, pensamiento, religión sintieron un ambiente festivo y se animaron a estar presentes disfrutando de la música. Como se suele decir, se ve a "toda Ávila en las fiestas". Una forma fácil y cómoda de reunirte con viejos amigos y poder ver de nuevo a gente con la que no coincides de forma rutinaria. En cada una, se escucha música diferente y puede que si pasas de una a otra, escuches una canción repetida. Incluso, se mezclaron canciones por el volumen tan alto que presentan. Pero siendo conscientes de los amplios grupos sociales, se compartió música de los 90 y los 2.000. Con una euforia descontrolada cada vez que sonaban las canciones de los artistas, Bad Bunny y Quevedo.

En la mayoría de los grupos presentes  se vio como cada uno transportaba una bolsa de plástico llena de bebidas alcohólicas junto a las azucaradas para mezclar la música, reggaeton y ambiente con un toque más dulce. Es algo que va impreso en la juventud para amenizar la fiesta y dejar atrás las penas de la vida diaria. Aunque, a veces, de forma irresponsable, se produjeron episodios incómodos con la llamada a urgencias ante posibles comas etílicos. El trabajo conjunto de la policía local junto a las ambulancias asistenciales fue vital para evitar una tragedia ante los efectos adversos del alcohol. En ocasiones, como el pasado sábado, fue crucial para atender tres llamadas de personas que no se encontraban en un estado óptimo. Eran de forma directa trasladadas al centro hospitalario más cercano.

Se ve una evolución cada año, tanto mayores como jóvenes bailaban los temas que imperan en la actualidad mezclados con algo de música de electrónica. Se pudo mezclar un tema de Ana Mena como por ejemplo "las 12" con el famoso 'levels' de Avicii. La distribución de djs permitió que cada uno decidiera estar en una caseta sin ningún tipo de restricción. La gente aprovechó el espacio y la zona cercana como el parque de "la Petanca" para sentarse en las zonas de ocio habilitadas. Aunque la mayoría se concentraba en las casetas.

El contraste en la entrada de la feria con las distintas atracciones hasta llegar a la zona de casetas dejó una estela totalmente sorprendente. Un agujero, un espacio sin gente que sirvió de puente para llegar a la zona donde se concentraba la gente. Dentro de las peñas hay momentos en los que no entraba una aguja, pero la gente de forma respetuosa se hizo hueco para disfrutar. 

Cuanto más iba cayendo la noche, mayor iba siendo la concentración de personas dentro de la zona. Depende mucho de la gente, pero la atracción 'el Canguro' era una de las más cotizadas con largas colas durante horas. Al igual que los coches de choque, en los que cada uno disfrutaba de los tres minutos subido al automóvil, experimentaba de lleno lo que es ir sin cinturón conduciendo. Incluso, si no se tenía precaución, podías acabar fuera del coche por un golpe lateral de otro coche.

El trabajo de las peñas fue algo que no vio la gente, pero que estuvo presente. Hablando con uno de los miembro de la caseta de la peña de Salud y Esperanza, Javier Martin Pérez, expresaba como "son muchas las horas de curro y era necesario hacer turnos, para estar listos ante la cantidad de personas que visitaron nuestra peña". Destacaba el "gran esfuerzo de cada uno de los miembros de la peña que se compromete a estar presente hasta el cierre" y sumar con un pago de cuotas para su celebración. Cuando se apagaba la música y la gente desalojaba la zona, "somos nosotros los que seguimos aquí para limpiar y recoger sillas y mesas".

Un trabajo poco visto por la gente que disfruta de la fiesta y que es un revulsivo para la vida de las peñas, "uno de los objetivos que buscamos es fomentar que la gente salga". El eslogan que cada peña cantaba cada noche era "sin peña no hay fiestas" porque eran la base económica para llevar a cabo las fiestas de barrio durante cada año y afirmaba que era para "hacer las fiestas de nuestros barrios y conseguir orquestas que puedan dar dinero a la hostelería de la zona". Una relación de intereses que busca la rentabilidad en los negocios de la zona.

Las casetas buscan financiación para  las fiestas de barrio y ayudar a los negocios de la zona