Ignacio Paradinas

En mi terraza

Ignacio Paradinas


Cómo podemos a veces ser tan guarros

22/03/2024

Cada vez que lo veo, me indigna. ¿Cómo es posible que las cunetas se utilicen de vertederos? Desde hace unos cuantos años, se ha puesto de moda entre algunas personas, la costumbre de tirar botes de todo tipo de bebidas a las cunetas de las carreteras. Se trata de botes de cerveza, Coca Cola, Red Bull, Fanta, agua o cualquier tipo de bebida enlatada. Se trata de individuos maleducados, que se dedican a beber en los coches, y tirar por la ventanilla loa cascos de esas bebidas, sin tener la conciencia del grave deterioro de nuestro medio ambiente. ¿Acaso piensan que tiene que ir otra persona detrás de ellos, para recoger lo que ellos tiran? Si quieren beber un bote de refresco en el coche, ¿tanto les molesta esperar a tirarlo en el cubo de la basura del lugar al que se dirigen? Esto por no hablar de las bolsas de basura, con todo tipo de desperdicios, e incluso a veces compresas

¿Cómo es posible que entre Ávila y Riofrío, de menos de poco más de veinte kilómetros, haya más de dos mil botes de todo tipo de bebidas? Estamos hablando de una carretera de poco tránsito, cercana, en la que no se tarda más de quince minutos. No es comprensible, que tengan que desprenderse de los residuos de sus caprichos, tirándolos a las cunetas. Esto por poner un ejemplo cercano, pero en el resto de carreteras sucede algo similar, es una vergüenza comprobar el estado de nuestras cunetas, es un caso de abandono imperdonable.

Una botella de plástico, tarda en degradarse algo más de quinientos años. Los botes de aluminio necesitan mucha lluvia y humedad, para que se oxiden completamente, y terminen por desaparecer, pero tardan más de diez años, con el agravante de que el aluminio es un metal que se puede recuperar casi completamente, si se somete a procesos de reciclaje. Las bolsas de plástico tardan en descomponerse más de ciento cincuenta años. Algunos animales confunden los plásticos y los ingieren como si se tratara de alimentos, y mueren. Estamos empeñados en reciclar al máximo nuestros residuos, y hay personas que se empeñan en lo contrario. Es desconcertante.

Cuando creíamos que estábamos convencidos de la mentalidad de reciclar todos nuestros residuos, cuando creíamos que las jóvenes generaciones, estaban concienciados en la importancia de disminuir nuestro impacto en la tierra, y la necesidad de respeto máximo por la naturaleza, aparecen estos comportamientos imperdonables que nos hacen retroceder a épocas pretéritas. Desgraciadamente, se trata mayoritariamente de personas jóvenes, que después de una noche de fiesta, pretenden prolongar la juerga hasta su lugar de destino, porque no es creíble que estos objetos sean arrojados por personas mayores.