A pocas horas de que el jueves finalizara el plazo para poder votar por correo la Junta Electoral Central ampliaba hasta este viernes a las 14,00 horas la posibilidad de que los electores depositaran su voto en alguna oficina postal atendiendo así a la solicitud de Correos de poder atender las peticiones de aquellas personas que indicaron en su solicitud una dirección de entrega y después pidieron recibir la documentación electoral en una nueva residencia. La decisión de la JEC daba un poco más de tiempo para depositar su voto 'en el buzón' a los más rezagados si bien es cierto que en Ávila eran muy pocos a tenor de que este viernes los electores que acudieron a la oficina de Correos de la capital abulense a votar se podían contar con los dedos de las manos.
Y es que aunque Correos pidió ampliar ese plazo argumentando que el martes todavía estaban pendientes de recogida por parte de los electores un 9,07 por ciento de los envíos realizados, en buena parte debido a las reexpediciones de los envíos de documentación electoral, lo cierto es que en la oficina de Ávila este jueves habían votado prácticamente todos los electores que solicitaron hacerlo por correo. Los días de más actividad en este sentido fueron el lunes y el martes, con cerca de un millar de votantes en cada una de las jornadas. Este viernes, sin embargo, los rezagados eran muy pocos y en la mayoría de los casos lo habían dejado para el final porque su voto no había llegado a la oficina hasta el último momento y no por procrastinar.
De hecho, en el último día para poder hacerlo, y poco antes de las doce, no llegaban a 20 los votos depositados a la oficina de Correos de la Plaza de la Catedral que tras jornadas de mucha actividad este viernes mostraba una calma extraña. De los pocos que acudieron en el último día utilizando esa prórroga, Carlos y Pilar, una pareja de jubilados que reside en Madrid pero que pasa los veranos en Villanueva de Gómez y que cuando Pedro Sánchez anunció el adelanto de elecciones ya sabía que votaría de este modo. Por correo también habían votado por primera vez en las Elecciones Municipales del 28 de mayo porque cuando se convocaron no tenían claro si ese domingo estarían en Madrid o en el pueblo. En mayo, contaba Carlos, el proceso fue «más sencillo que ahora» ya que, asegura, en ningún momento el cartero les entregó el voto. Por ese motivo, el jueves por la mañana se acercaron a la oficina de Correos de Arévalo para ver cuál era el problema y allí les dijeron que tenían que venir a recoger su voto a la capital abulense. Pensaban hacerlo el jueves por la tarde pero al ampliar la Junta Electoral Central el plazo para votar unas horas más decidieron dejarlo para este viernes.
También en Madrid residen Víctor y su madre, Eusebia, que también habían solicitado votar por correo ya que suelen pasar el verano en Chamartín. En su caso era la primera vez que votaban de este modo y lo hicieron este viernes también, a última hora, porque el voto de Eusebia no había llegado hasta el jueves ya que en un primer momento ellos pusieron como dirección de envío Madrid pero al confirmar que finalmente este domingo estarían en Chamartín cambiaron la dirección de destino. El de esta nonagenaria era uno de esos votos de reexpedición que Correos esgrimió como motivo para ampliar el plazo de recepción. «Yo quería votar como he hecho siempre», aseguraba Eusebia a las puertas de la oficina de Correos de Ávila que a partir de este viernes deja de ser 'colegio electoral' y vuelve a centrar su actividad en el envío y recepción de cartas y paquetes.