A Marruecos por los niños con más aliento que nunca

M.E
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La expedición 'Amporni' salió de Ávila con el terremoto muy presente y 4.500 kilómetros por delante para llevar productos básicos al país africano, este año con más ropa y prendas de abrigo

A Marruecos por los niños con más aliento que nunca

LES espera un viaje emocionante y gratificante, pero seguro que también duro, posiblemente más que nunca. La expedición 'A Marruecos por los niños (Amporni)' partió este domingo de Ávila con una treintena de personas repartidas en una docena de vehículos y un firme propósito, llevar productos básicos donados por empresas y particulares al país africano con la mirada puesta en las necesidades de los más pequeños. La aventura solidaria se remonta al año 2014, con el abulense Emilio Burguillo al frente, pero el terrible terremoto que golpeó Marruecos hace unas semanas ha hecho que la carga haya variado ligeramente, de manera que llevan menos material escolar y más ropa y prendas de abrigo. Lo que no cambia son las ganas de hacer llegar todo el cariño y la solidaridad abulense al pueblo marroquí, este año más castigado si cabe.

Antes de partir desde el Lienzo Norte para iniciar  la primera etapa, la Ávila-Tarifa, Emilio Burguillo nos cuenta que la expedición de este año la forman 37 personas en once vehículos que parten desde Ávila y dos vehículos (un equipo médico y un equipo taller) que recogerán en Marrakech. Tras agradecer la labor previa de patrocinadores y colaboradores, el alma de 'Amporni' explicó que espera que les vuelvan a recibir «con los brazos abiertos», aunque en  esta ocasión quizás algo más, dadas las nuevas necesidades que ha dejado el terremoto. «Siempre he querido meter una etapa que se llama el Lago Iriki, en las lenguas del Sáhara, y para eso tenemos que hacer de norte a sur por el país en línea recta, pasando por Marrakech y por la zona cero, donde estaremos dos días», apunta. En este contexto, y aunque son conscientes de la situación, reconoce que será duro. «Este será mi decimonoveno viaje a Marruecos y uno ya está curtido, pero todos los que van por primera vez lloran, así que este año no me lo quiero imaginar».

Sobre la logística, detalla que los participantes, entre los que hay veteranos y gente nueva, se costean su viaje y cada uno «se busca un poco la vida» para poder hacer una expedición que les tendrá fuera de Ávila hasta el martes día 5. Además, «cada año hay más empresas y amigos que siempre que necesitamos algo se vuelcan, como este año ha pasado con las mantas», señaló. Este lunes por la mañana cogerán el ferry a Tanger y luego les tocará «pasar las aduanas, donde ahora están muy serios por la situación», aunque «llevamos todos los permisos de asociaciones y de la entidad que sería algo así como una Diputación, ya que tenemos una entrega prevista en una aldea que está derruida».

 La teniente de alcalde de Empleo, Industria, Comercio, Turismo y Cultura del Ayuntamiento de Ávila, Sonsoles Prieto, despidió a la caravana con un mensaje de respaldo municipal y de agradecimiento a los colaboradores y a los participantes «por su esfuerzo y el sacrificio personal y laboral que realizan».