La portavoz del Grupo Municipal Socialista considera que «algo no funciona en la manera de gestionar la contratación por parte del equipo de gobierno, a juzgar por los constantes contratos que salen a licitación y quedan desiertos, como ha ocurrido con la construcción del pabellón de la Ciudad Deportiva, las escaleras mecánicas o la recuperación del entorno del Pradillo».  

En un comunicado de prensa, Yolanda Vázquez afirma que «si bien la coyuntura económica puede derivar en una actitud 'conservadora' por parte de algunas empresas a la hora de concurrir a la contratación pública, esto no puede servir de excusa en Ávila, donde la ausencia de licitadores interesados en realizar proyectos anunciados se ha convertido en una constante, desde hace tiempo», y califica de «poco rigurosa» la gestión del equipo de gobierno que adolece, además, de «falta de previsión». 

La portavoz socialista señala que ello desemboca, no sólo en un retraso de la puesta en marcha de las obras y ejecución de los proyectos sino, también, en el bolsillo de los ciudadanos porque «las revisiones de los pliegos de contratación para una segunda, e incluso tercera licitación, contienen incrementos considerables sobre los originales. Por poner un par de ejemplos, el pliego para la construcción de las escaleras mecánicas ha engordado su presupuesto inicial en 300.000 euros y el del pabellón polideportivo Arturo Duperier, nada menos, que casi 600.000 de euros. Cuestión que no es nueva porque ya en 2021, la cubierta de Sancti Spiritu registró un incremento de 50.000 euros». 

Además, Yolanda Vázquez recuerda que «la redacción de estos pliegos se está realizando por las empresas y profesionales, a su vez contratados a través de un acuerdo marco, externalización con la que el Grupo Socialista ya mostró su desacuerdo y que teniendo en cuenta los resultados, queda claro que también está fallando, lo que viene a corroborar que el equipo de gobierno no está haciendo bien los deberes».

La portavoz socialista también critica que el equipo de Gobierno reste importancia a esos incrementos en los precios que finalmente pagamos todos los abulenses, –que por cierto superan con creces las variaciones oficiales de los índices de costes de la construcción–, por el hecho de contar con remanente de tesorería, pues este dinero no procede de una buena gestión sino todo lo contrario, de la falta de ejecución en tiempo y forma de inversiones presupuestadas en ejercicios anteriores que Por Ávila ha sido incapaz de materializar».