La XVLegislatura de la democracia española tiene previsto su arranque para el mes de agosto próximo, tras lasElecciones Generales del mes de 23 de julio, una vez que se constituyan las nuevas Cortes Generales. Todavía no sabemos si habrá (o no) un nuevo presidente, pero de lo que no hay dudas es de que el nuevo Gobierno tendrá que enfrentarse a viejas deudas con la provincia de Ávila. Muchos de los proyectos e inversiones que se plantearon al Ejecutivo de coalición ahora en funciones siguen como asignaturas pendientes que en algunos casos se están haciendo eternas, al venir arrastradas de legislaturas anteriores, mientras que otras iniciativas van camino de serlo. Es cierto que en estos últimos cuatro años muchos abulenses se han beneficiado de medidas sociales como la subida de las pensiones y del Salario Mínimo Interprofesional y la creación del Ingreso Mínimo Vital (IMV) y que se ha avanzado en proyectos como la extensión de la fibra óptica, la puesta en marcha del Centro Universitario de la Policía o el avance en las obras en el Palacio de los Águila para poder acoger algún día (más pronto que tarde esperemos) el proyecto del Prado, pero otras iniciativas, fundamentalmente las relacionadas con las infraestructuras de carretera y ferrocarril, parecen seguir paralizadas, cuando no enmarañadas en estudios informativos que no acaban de concretarse en nada pese al paso de los años y a aparecer, año tras año, en los Presupuestos Generales del Estado. No sabemos si se gastarán esas partidas, pero lo que está claro es que públicamente no trasciende ningún avance.
Lo cierto es que ni con gobiernos del PP ni del PSOE la provincia abulense ha tenido mucha suerte en lo que a la ejecución de presupuestos e inversiones se refiere, una situación criticada por los agentes sociales y económicos de la provincia a la que no acaba de ponerse remedio y que, de hecho, siempre se pone como una de las causas del retraso que acumula Ávila en el ámbito económico respecto a las provincias más aventajadas de la región.
En este marco, la V Legislatura se presenta como una nueva oportunidad para volver a poner a Ávila en el mapa y sacar adelante unas cuentas pendientes que van camino de hacerse crónicas.
Autovía a-40.
El déficit del Estado con la provincia de Ávila se centra especialmente en materia de infraestructuras, comunicaciones y transporte, al haberse anunciado proyectos que parecen dormitar en cajones ministeriales desde hace años e incluso décadas. No avanzan pero nadie parece tampoco querer darles carpetazo, de manera que se mantienen año a año en los PGE, aunque sea con partidas casi testimoniales, para seguir vivos, al menos en apariencia. Una de esas infraestructuras es la cada vez más demandada autovía A-40 entre Ávila y Maqueda, señalada como un eje vertebrador no ya de la provincia, sino de toda Castilla y León y del centro peninsular. La gran circunvalación que desviaría tráfico desde Madrid se viene apuntando desde hace años como una gran oportunidad de desarrollo para Ávila, pero no acaba de arrancar en territorio abulense, ya que en Castilla-La Mancha sí avanza. En los últimos PGE, los de 2023, el tramo abulense tenía consignada una partida de 750.000 euros. No parecía ya entonces el dinero necesario para el impulso definitivo de una autovía que seguía a la espera del Estudio de Impacto Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).
Conexión con la A-6 y desdoblamiento de la N-110.
Otras de las actuaciones también recurrentes por el tiempo que llevan anunciadas y presupuestadas (y sin ejecutarse) es la conexión de la capital por autovía con la A-6 y el desdoblamiento de la N-110 en el tramo del polígono industrial de La Colilla, ambos con sendas partidas de 500.000 euros para este año. En cuanto a la conexión con la A-6 es cierto que en noviembre de 2021 se formuló la declaración de impacto ambiental del estudio informativo con la novedad de la propuesta de un nuevo trazado alternativo (entre Adanero y Peñalba de Ávila), pero sin que hayan trascendido más avances. Del desdoblamiento no sabemos nada más del hecho de que está en los PGE desde 2019.
Peajes.
Por terminar los deberes con las carreteras no nos podemos olvidar de la reivindicación de supresión de los peajes de la AP-6 y AP-51 que «lastran» el desarrollo de Ávila según patronal y sindicatos. Una vez conocida la fecha de conclusión oficial de la concesión actual, fijada en 2029, el debate perdió fuelle en la agenda política, aunque siga siendo una reclamación (a veces con la boca pequeña) de muchos partidos, por no decir todos, y no se descarta que vuelva a salir a la palestra en campaña.
Mejoras en el ferrocarril.
Tampoco se queda atrás, en cuanto a la fuerza de la reclamación, la mejora necesaria de las conexiones ferroviarias con Madrid, Salamanca y Valladolid. Una vez aparcada la petición de inclusión en la red AVE, los esfuerzos actuales se centran en mejorar el servicio actual en cuanto a prestaciones, frecuencias, horarios y, sobre todo, tiempos de viaje. Los usuarios y las plataformas agradecen la gratuidad temporal en los abonos de viajeros habituales impulsada desde el Gobierno para ayudar a mitigar las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania, con varios miles de beneficiarios en la provincia, pero se sigue viendo como incomprensible que los trenes que circulan entre Ávila y Madrid tarden ahora más tiempo en hacer el trayecto que hace veinte años.
Corredor atlántico.
En un plano más complejo y puede que algo más abstracto para el ciudadano, otra de las reclamaciones que ha cogido fuerza en los últimos meses es la de la inclusión de Ávila en el Corredor Atlántico, uno de los que componen la red transeuropea de transportes y proyecto que se entiende vital para el transporte de viajeros y de mercancías. En este marco, agentes económicos, sociales y políticos de Ávila piden la inclusión de Ávila en esta infraestructura con proyectos diferenciados para poder subirse al carro, como el 'baypass' a Madrid o el desarrollo de plataformas logísticas. La inclusión de Ávila en las redes de cercanías de Madrid y Valladolid son otras de las peticiones.
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