Veinte años son muchos para Brasil sin levantar un Mundial, y se podrían cumplir 24 tras la próxima edición de 2026. La crisis de la pentacampeona se alarga demasiado, y escuece aún más tras su último descalabro, en Catar y con Tite a los mandos de la selección, que se despidió al finalizar el campeonato. Desde entonces, el banquillo de la 'Canarinha' está huérfano, pero desde la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) suspiran porque el líder de la sexta estrella sea Carlo Ancelotti.
El 'acoso y derribo' es máximo, acentuado sobre todo durante este parón internacional de finales de marzo, en el que Brasil cayó en un amistoso contra Marruecos (2-1) el pasado sábado. Ramón Menezes se hizo cargo de la 'Seleçao' en pasado mes de febrero, después de ganar el Sudamericano sub'20 con una generación que apunta alto, como todas.
Pero el puesto de Menezes es transitorio a todas luces en la 'Verdeamarelha', ya que su objetivo es preparar al combinado sub'20 para el próximo Mundial de la categoría y para los Juegos de París 2024. Es ahí donde aparece el nombre de Ancelotti, en boca de los principales protagonistas, los jugadores, y también del presidente de la CBF.
«Estuve hablando con Casemiro, Vinícius y Militao y hay una gran posibilidad de que venga», señalaba Ederson, portero del City sobre la, para él, probable llegada del italiano. Casi nadie se ha cortado estos días en la concentración de un equipo que quedó muy tocado en Qatar 2022, al quedar eliminado en cuartos ante Croacia, en la tanda de penaltis, cuando las expectativas se habían colocado, otra vez, por las nubes.
Vinícius, al jugador que más rédito le ha sacado el técnico transalpino en su segunda etapa en Chamartín, se mostró más cauto: «Para mí es difícil hablar de este asunto porque si le tengo en la selección no lo voy a tener en el Madrid, y si le tengo en el Madrid no lo voy a tener en la selección».
Lo que más valoran los dirigentes de la CBF de Ancelotti es la capacidad que siempre ha mostrado para gestionar grupos de grandes jugadores, en el que los egos suelen imponerse en casi todas las facetas. Y estrellas no le faltan a Brasil, ni encima del escudo ni en la plantilla. Justo en ese aspecto hizo énfasis Rodrygo Goes: «Tiene experiencia y lo ha ganado todo a nivel de clubes. Sabe gestionar un grupo, algo que es muy importante. A veces un entrenador no tiene que ser el mejor tácticamente, porque el equipo ya corre por él. Maneja muy bien el vestuario y eso marca la diferencia».
Discutido
Y es que, la posible llegada de Ancelotti a la 'Canarinha' depende también de su futuro en el Real Madrid. Mantenerse en el cuadro merengue sin ganar ningún gran título (Copa, Liga o Champions) es algo imposible con Florentino Pérez en la Presidencia, nunca se ha producido ese hecho. Ni siquiera Vicente del Bosque permaneció en el puesto a pesar de ganar una Liga.
Si el italiano no levantara ninguno de esos trofeos, es posible que se le abrieran las puertas del Bernabéu, y las de Maracaná también. De producirse esa llegada, el de Reggiolo se convertiría en el tercer seleccionador no brasileño en la historia de la 'Seleçao': solo lo hicieron antes Joreca (portugués, 1944) y Filipo Núñez (argentino, 1965). Ancelotti, que conoce a gran parte del plantel de la 'Verdeamarelha', tiene en su mano el destino de un equipo que ansía la sexta estrella.