Gonzalo M. González de Vega y Pomar

En mi azotea

Gonzalo M. González de Vega y Pomar


¡Que nos veamos el año que viene!

23/12/2023

Este año podemos decir que nuestra provincia ha estado menos gafada –sin pasarnos en absoluto– con la Lotería de Navidad pues, aunque se compraron cerca de ochocientos veinte mil setecientos ocho décimos y nos gastamos dieciséis millones y medio de euros en el sorteo más popular, los premios mayores pasaron casi de largo. A Poyales del Hoyo llegaron por terminal cuatro decimos del Gordo –88.008– lo que supone 1.600.000 euros. En Candeleda y Arévalo se vendieron varios decimos con 50.000 de un de quinto premio, el 45.353, a la vez que a Navaluenga llegaron 6.000 correspondientes a un décimo de otro quinto premio, el 88.979. Ello, seguro, alegrará estos días a los que tuvieron la fortuna de que les dieran esos números. Por lo demás, como siempre, han venido 'pedreas' y reintegros, que, a muchos, servirá para probar suerte en el próximo sorteo del Niño. 
El gafe de nuestra provincia sí se ha visto plasmado en el acuerdo entre el Parlamento y el Consejo europeos, cuando la presidencia corresponde a España, que, una vez más, se olvida de nosotros y deja a Ávila fuera de los nodos urbanos del futuro Corredor Atlántico, que incluye a las provincias castellanos y leonesas de Burgos, León, Salamanca y Valladolid. Tampoco se contempla la tan ansiada petición abulense de la A-40, entre Maqueda (Toledo) y la localidad de Adanero, que comunicaría de forma directa el sur de Castilla y León, Castilla La Mancha, el interior de la Comunidad Valenciana, Aragón y el sur de Cataluña, sin tener que pasar por Madrid. Una aspiración, que ya ha criticado, por la falta de voluntad política, la CEOE de Ávila, al ponernos a la provincia la miel en los labios de un proyecto vital para su desarrollo.
Los organismos europeos han tenido el detalle de meter en esa red de transporte la línea ferroviaria Madrid-Ávila-Valladolid y un nuevo tramo de la Ruta de la Plata entre Ávila y Segovia. ¡Gracias por el interés demostrado, una vez más, para con nuestra provincia!
Pasando de este continuo cenizo al que los políticos nacionales, sean del color que sean, nos tienen acostumbrados y tragamos, es el momento, en vísperas de Nochebuena y Navidad, de recordar el nacimiento de Jesús en Belén. Un hecho histórico, que conmemoramos en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las iglesias ortodoxas. Fechas que invitan a las reuniones familiares, olvidar pequeños desencuentros y algunas riñas, que se sucedieron a lo largo de 2023. 
Desde esta Azotea quiero enviar mi felicitación a las familias abulenses y a aquellas que pasan las navidades entre nosotros con el anhelo que sean unos días diferentes, llenos de cordialidad, cercanía, amor y paz. Deseos positivos y con el mayor respeto, igualmente, para quienes, por sus creencias, no festejan la Navidad, pero sí el Solsticio de inverno o la llegada de esta estación.
De corazón, a todos, lo mejor. Especialmente para los abulenses que se ven privados de libertad, para aquellos que, en estos días, se encuentran postrados en una cama hospitalaria, para las mujeres y hombres, que viven en las distintas Residencias de Mayores de la provincia, para los inmigrantes que están en Ávila y aquellas personas, pocas afortunadamente, que, por contrariedades de la vida, se encuentran solas y sin techo 
De la misma manera un abrazo especial para quienes no pueden celebrar la Navidad en familia porque han de estar trabajando y velando por nuestra seguridad y la de nuestros municipios, a quienes hemos de agradecer su trabajo y dedicación en días tan especiales.
Médicos, enfermeras, celadores, bomberos, policías, guardias civiles, militares, empleados de los servicios de limpieza, vigilantes de seguridad, periodistas, panaderos, religiosas y personas que atienden a los ancianos y cuidan a los dependientes, funcionarios de prisiones y demás profesionales que no estarán la noche de mañana o el día de Navidad con los suyos.
No puedo dejar de tener una oración especial hacia todas las víctimas mortales de las guerras de Ucrania, Israel y África, como por los estudiantes asesinados anteayer, debido a los disparos indiscriminados de otro estudiante, quien antes había asesinado a su padre y luego se suicidó, en la Universidad checoslovaca Carolina de Praga. Tampoco me olvido de los heridos, tanto en las guerras como en la universidad, pidiendo por su pronta recuperación y de los familiares de todas las víctimas, para quienes deseo puedan llevar de la mejor manera su ausencia.
Feliz Navidad, Salud y ¡que nos veamos el año que viene!