Bukele obtiene 54 de 60 diputados en el Congreso salvadoreño

Europa Press
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El partido Nuevas Ideas logra la mayoría en este órgano y seguirá siendo la primera fuerza política del país

El partido oficialista de El Salvador, Nuevas Ideas (NI), liderado por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, ha obtenido mayoría absoluta al conseguir ocupar 54 de los 60 escaños de la Asamblea Legislativa, según los resultados proporcionados por el Tribunal Superior Electoral (TSE).

La autoridad electoral, que ha finalizado este lunes el proceso de escrutinio en unos comicios celebrados el 4 de febrero y ensombrecidos por las múltiples denuncias de irregularidades y anomalías, ha indicado que los partidos aliados de NI ocuparán tres asientos, ya que el Partido de Concertación Nacional (PNC) ha conseguido dos diputados y el Demócrata Cristiano (PDC) ha obtenido uno.

La oposición únicamente cuenta con tres diputados. La Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) se ha hecho con dos escaños (igual que en la legislatura anterior), mientras que la formación Vamos ha conseguido uno. El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), partido en el que Bukele dio el salto a la política y que gobernó entre 2009 y 2019, se ha quedado sin presencia en la Asamblea.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en una fotografía de archivo. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en una fotografía de archivo. - Foto: EFE/Rodrigo Sura

Además, la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), formación con la que el actual mandatario alcanzó la Presidencia en 2019 y que contaba con cinco escaños, tampoco estará en la Cámara, igual que Nuestro Tiempo, y Cambio Democrático, que en la última legislatura no tenían representación.

"Rechazamos toda muestra de intolerancia en el escrutinio a la presencia de la observación de la organización de estados americanos, reiteramos que este proceso ha tenido la participación total de 3,770 observadores nacionales e internacionales", ha declarado la presidenta del TSE, Dora Esmeralda.

Asimismo, ha manifestado que, "como autoridad máxima", están "comprometidos con la total participación de la observación nacional e internacional" y ha afirmado que "cada voto ha sido contado de manera transparente, en total apego a la voluntad del pueblo salvadoreño expresada en las urnas".

Durante la jornada de este lunes, los partidos ARENA, Vamos y Nuestro Tiempo han presentado ante el TSE un recurso de nulidad de las elecciones legislativas y han pedido que se repitan, debido a las supuestas irregularidades en el proceso, informa el periódico 'El Salvador'.

"Mientras no se repita una elección nunca se va a poder saber con certeza cuál ha sido el resultado que la gente quiso reflejar en las urnas", ha declarado Claudia Ortiz, diputada de Vamos, que ha afirmado que durante estas elecciones se ha violado el "principio de no falsear la voluntad popular" por lo que pedir la nulidad "es lo correcto" tras el escrutinio.

El presidente de Nuestro Tiempo, Andy Failer, ha indicado que se han registrado 69 anomalías en el proceso electoral, incluso antes de la fecha de la apertura de urnas hasta finalizar el conteo de papeletas. "Hemos documentado cada una y está respaldada con su debida prueba", ha aseverado.

La Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (MOE/OEA) instalada en El Salvador con motivo de los comicios presidenciales y legislativas del pasado 4 de febrero evidenció este fin de semana su preocupación por "la demora y falta de uniformidad" en el escrutinio final.

Bukele, por su parte, ganó las elecciones con más del 80 por ciento de los votos (2,7 millones de papeletas), superando los resultados obtenidos en las elecciones de 2019. Muy por detrás, por tanto, quedaron el resto de candidatos.

El mandatario salvadoreño impuso en marzo de 2022 un estado de excepción que continúa desde entonces, sin que haya visos de que termine. El éxito de su estrategia de seguridad conlleva unos 74.000 detenidos, el desmantelamiento de las pandillas e índices de homicidios de los más bajos de América Latina a través de la suspensión de derechos fundamentales, como el de expresión y organización.