Salamanca B
Álex
Sito Cruz
Félix
Carrera
(Toni Miguel, 70’)
Josu
Hugo
Piojo
(Chopi, 63’)
Bernal
Javi
Álvaro
(Molina, 46’)
Coque
Real Ávila
Félix
Fini
Javi
Fran
Josito
Trujillo
Cabezudo
Peña
(Gustavo, 74’)
Piru
Emilio
(Toño, 65’)
Pito
(Vicente, 86’)
Árbitro
Dirigió el encuentro el colegiado Iván Bustos. Mostró cartulina amarilla a los jugadores del Salmantino Félix, Carrera, Josu y Coque. Expulsó con roja directa al jugador local Sito Cruz (minuto 44).
Goles
0-1. Minuto 26. Peña; 0-2. Minuto 60. Pito;1-2. Minuto 72. Toni Miguel; 1-3. Minuto 83. Pito; 1-4. Minuto 90. Gustavo.
Incidencias
Partido correspondiente a la jornada 38 del grupo VIII de Tercera División, disputado en Las Pistas ante unos 200 espectadores, 50 de ellos aproximadamente llegados desde Ávila.
Ganó el Real Ávila y lo hizo además de forma contundente, con autoridad y ambición, peleando por entrar entre los cuatro primeros. El equipo abulense aprovechó su condición de favorito ante un Salamanca B al que esta derrota no le salva del sufrimiento en estas tres últimas jornadas. Complicado lo va a tener el Salamanca B si quiere conseguir la permanencia jugando como lo hizo ayer. El filial no le puso muhos obstáculos al Ávila, que por momentos jugó a placer. Es verdad que los unionistas tuvieron que jugar una parte entera con uno menos por expulsión de Sito Cruz en el minuto cuarenta y cuatro, pero también es cierto que hasta ese momento no había noticias del filial unionista, superado por un Ávila con más calidad y mejor actitud que llegaba con las ideas muy claras de seguir en puestos de playoff. Antes de la expulsión el Ávila ya se había delantado con el tanto de Peña.
Con una defensa muy adelantada, los blanquinegros lo pasaron mal en la primera media hora de juego gracias al juego entre líneas de los abulenses, que sin embargo caían una y otra vez en fuera de juego. Esa fue la tónica de los primeros minutos, en los que el equipo de Diezma buscaba espacios para llegar hasta el área de Alex, pero pese a sus buenas intenciones, su estrategia no tenía recompensa. Sin embargo, su insistencia tuvo premio porque, tras un primer aviso, Peña hacía el 0-1 tras un pase de Pito, que le había ganado la espalda a toda la zaga local.
Con 0-1 y a falta de un minuto para acabar la primera parte, el colegiado expulsó al local Sito Cruz con una rigurosa roja directa por un supuesto codazo a un rival y por ahí se acrecentaron los males charros. Fue una acción psicológica porque llegó poco antes de llegar al descanso y porque ponía mucho más cuesta arriba el partido para los salmantinos, que debían de afrontar toda la segunda parte en inferioridad numérica. Y eso a pesar de que al inicio de la segunda parte pudieron haber logrado el empate en sendas ocasiones marradas por Javi dentro del área. El Salmantino, pese a los daños recibidos, se mostró inmune con una salida donde a punto estuvo de sorprender a un Ávila que no esperaba una reacción así.
Perdonó la UDS y lo pagó con el 0-2, en otro pase a la espalda de la defensa que aprovechó Pito. El Ávila, que había demostrado tener paciencia, siguió haciendo su juego, elaborando en el centro del campo, y esperando a encontrar su oportunidad idónea.
Josito pudo haber sentenciado, pero su remate de cabeza en el sesenta y siete se estrelló en el larguero. Eran momentos en los que el Ávila mandaba ya sin oposición alguna por parte de un Salmantino que acusaba el desgaste físico y que apenas lograba inquietar a Félix. Cinco minutos después Toni Miguel redujo distancias y metió de nuevo al Salmantino en el partido. Pero fue una acción puntual, un impulso que no cambió el estilo del Ávila. Los charros, en su afán por mirar a la portería rival, descuidaron la suya y ahí es donde el Ávila encontró una autopista para sentenciar el encuentro. El Ávila lo aprovechó y cerró el partido al contragolpe con tantos de Pito, de nuevo, y Gustavo, que de esta forma firmaba su vigesimosegundo gol de la temporada. Incluso la renta pudo haber sido mayor si no hubiera sido por Álex y por la madera, que detuvo un remate suyo en los últimos minutos, en los que el Ávila era ya dueño y señor del choque.