El diputado extremeño del Partido Popular Carlos Floriano presentó este viernes en el hotel Sofraga Palacio de Ávila su primera novela, 'Tan terrible es el odio'. Un libro que recrea un episodio de la Guerra Civil protagonizado por un liberal diputado en Cortes por la CEDA, Joaquín González Cumbreño, y que como explicó el autor, «es una historia escrita para mis hijas, inspirada en unos hechos reales de unas tías mías que cuando me la contaban siempre me decían que la contara para que no se olvidara».
«Son gente muy fuerte que sufrió mucho en un momento dramático de la historia de España en la que hubo quienes se empeñaron en levantar muros, en abrir trincheras, y lo sufrieron quienes no querían ni muros ni trincheras más que nadie, sobre todo los que no tenían nada que ver ni con los muros ni con las trincheras, pero que se vieron obligados a tomar partido», señaló Floriano, quien construyó esta novela inspirado en «la vida de tres mujeres que muy fuertes, con sólidos principios, que prefirieron siempre mirar al futuro en lugar de mirar para atrás y buscar venganza».
Esa «lección», a juicio del autor, «nos sirve muy bien para este momento y creo que una ciudad como Ávila ejemplifica mejor que ninguna otra en España lo que es la concordia, ser capaz de encontrarnos y de construir». Carlos Floriano comentó que «como los personajes de las novelas, que evolucionan en la mente de quien lo escribe, yo escribí este libro sin creer que podía haber un paralelismo entre lo que pasó en esos desgraciados momentos de la historia de España y lo que podría pasar. Desgraciadamente ahora estamos viendo quien está empeñado en construir muros irresponsablemente, porque hay quien piensa que aglutinar a los tuyos para hacer más odiado al adversario es mejor que buscar el acuerdo con el adversario para construir algo que sea permanente, un país mejor».
Acompañaron a Floriano en la presentación de esta novela el vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta del PP, Borja Sémper, y el presidente del PP de Ávila, Carlos García. Sémper señaló que el libro «básicamente habla de la condición humana, que tiene cosas extraordinarias, tiene cosas luminosas y cosas terribles. Lo terrible es el odio, la incapacidad de entendernos entre diferentes, y lo luminoso es la concordia. Lo que queremos es poner el acento en lo luminoso de la condición humana, porque en tiempos de muros, en los que la verdad deja de ser importante, conviene que haya políticos sensatos que sigan apelando al entendimiento entre diferentes».
Y Carlos García puso el foco en «las similitudes de los representantes institucionales con la sociedad», porque lo que quiere el político no dista mucho de lo que quieren unos padres, el bienestar y la convivencia».