Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Quo Vadis, podemos?

13/12/2023

Si el paso de los cinco diputados de Podemos, elegidos en las listas de Sumar, al Grupo Mixto es un caso de transfuguismo o no, es una cuestión menor que solo incumbe a ambos partidos por las discrepancias internas que mantienen desde el mismo momento que se vieron obligados a presentarse unidos por el anticipo de las elecciones generales realizado por Pedro Sánchez. Porque lo relevante es lo que va a pasar a partir de ahora, no en las votaciones del partido morado con las propuestas que presente el Gobierno al Congreso para su aprobación, que se da por seguro que no votarán en contra, sino cuál será la relación que mantengan de cara a las elecciones autonómicas que van a celebrarse este año en Galicia y el País Vasco, y las elecciones europeas.

Todo ello envuelto en una sensación de crisis generalizada en el partido con cinco comunidades autónomas en la que Podemos está dirigido por una gestora porque sus líderes han ido dimitiendo y separándose de la disciplina de la dirección del partido, en la mayor parte de los casos por considerar que no se respeta la democracia interna, que se ha dejado de consultar las decisiones relevantes y sobre todo por el modelo de relación con Sumar, con muchos dirigentes a favor de la consolidación del frente amplio que supone la iniciativa de Yolanda Díaz. Esa es al menos la posición de los dirigentes madrileños de Podemos que han decidido abandonar todos sus cargos por esta discrepancia sustancial.

La primera consecuencia de la ruptura entre Sumar y Podemos es que han quedado entre paréntesis las conversaciones para lograr una candidatura única de la izquierda del PSOE, que ahora parece muy lejana, porque tampoco los contactos con Esquerda Unida son fluidas, lo que supondría que además del BNG y los socialistas concurrieran a las urnas al menos otros dos partidos, lo que limitará las posibilidades que algunas encuestan dan como posible: que el PP no renueve la mayoría absoluta con Alfonso Rueda en su primera comparecencia como líder del PP gallego. Y eso que Anova, la formación del histórico Xosé Manuel Beiras, habría decidido sumar sus fuerzas a las del BNG, una vuelta a sus orígenes ante el guirigay de la izquierda, aunque pensó agregarse a Sumar, pese a que un día se sintió traicionado por Yolanda Díaz.

Sea lo que sea lo que decidan en la izquierda gallega tendrán que actuar con rapidez, porque la amenaza de un adelanto electoral es real dada la división de la izquierda, con Sumar sin candidato a la Xunta, -aunque ya hay nombres sobre la mesa-, y porque el ambiente político beneficia las expectativas del PP gallego.  

Por el contrario, en el País Vasco siguen las conversaciones entre todos los partidos de la izquierda, y mientras que en Galicia el acuerdo es prácticamente imposible es más factible de que pueda alcanzarse para que concurran juntos en las elecciones vascas.

Frente al goteo de dimisiones y abandonos, el partido morado se atrinchera en el grupo Mixto, como su principal altavoz político tras haber desaparecido prácticamente de todos los parlamentos autonómicos y grandes ayuntamientos, a la espera de la estrategia para las elecciones europeas de mediados de año y la búsqueda de nuevas alianzas en las que apoyarse. Quo vadis, Podemos? El partido fundado por Pablo Iglesias se resiste a reconocer que ha dejado de ser el motor de la izquierda a la izquierda del PSOE.