El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, acusó ayer al Gobierno de «incompetencia, negligencia y deslealtad» en la crisis migratoria con el traslado de inmigrantes a Medina del Campo (Valladolid) para «tapar las vergüenzas» de la amnistía y la condonación de la deuda a Cataluña, mientras que Luis Tudanca (PSOE) insistió en pedirle que «desautorice» las declaraciones «racistas y xenófobas» del vicepresidente, Juan García-Gallardo. Fernández Mañueco respondió, en el pleno de las Cortes, a las preguntas de Luis Tudanca en relación a sí desautoriza las palabras del alcalde de Medina del Campo, Guzmán Gómez, y de su vicepresidente, Juan García Gallardo, sobre los inmigrantes. El líder socialista, durante la sesión de control al presidente retó al mandatario regional a «estar con la Castilla y León abierta y solidaria o presidir un Gobierno racista».
El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista recordó que los inmigrantes «necesitan» ayuda pero la Comunidad también les necesita ante los malos datos de población. «Han venido a trabajar por Castilla y León». Durante su intervención el líder socialista citó las palabras de la exvicepresidenta de la Junta Rosa Valdeón quien insistió en que Castilla y León era «tierra de acogida de inmigrantes y refugiados». «Qué pena en lo que ha convertido usted Castilla y León, señor Mañueco, qué pena», exclamó Tudanca, que criticó que en ningún caso haya desautorizado a su vicepresidente. «No son declaraciones personales, era su vicepresidente, ni son partidistas, porque el alcalde de Medina del Campo es del PP. Eso es racismo y eso son declaraciones de odio de personas que huyen del hambre y la guerra».
Ante estas acusaciones el presidente de la Junta insistió en que Castilla y León es «tierra de acogida» y es «solidaria» y centró su discurso en la «incompetencia e ineficacia» del Gobierno de Pedro Sánchez. «Nuestra prioridad son los migrantes y quien pone en riesgo a los migrantes es el Gobierno de Sánchez que ha actuado con grave deslealtad frente a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos», le espetó Fernández Mañueco, quien recordó que quien ofrece los servicios básicos a los migrantes son las autonomías.
«Es vergonzoso que ustedes usen los migrantes como cortinas de humo para tapar sus vergüenzas de amnistía y de perdón de deuda a sus socios separatistas», zanjó el presidente, que a renglón seguido añadió: «La dirección política de la Junta la llevo yo como presidente y en este tema también la Consejera de Familia. ¿Sabe quién es el que lleva la dirección política de su formación?, Vive en Waterloo y se llama Puigdemont».
Gallardo-Igea
También fue cuestionado por este asunto el propio vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, que rechazó que el procurador Francisco Igea le calificara de «xenófobo» y le advirtió de que no se lo va a permitir, a la vez que negó «el falso dilema entre sensación de inseguridad» por la inmigración ilegal y ser solidario. «Su gallardía se ha quedado en las calles de Ferraz», ironizó por su parte Igea, que había retado al
vicepresidente de la Junta a responder con un 'sí' o con un 'no' a si mantiene que la llegada de inmigrantes es una invasión de varones en edad militar que pone en riesgo a las mujeres. «Vaya a Medina del Campo y pregunte ahí si tienen sensación de inseguridad o no», recomendó García-Gallardo al exprocurador por Ciudadanos.