La visita a los campos de lavanda de Castellanos de Zapardiel que llegaba en la tarde de sábado de la mano del proyecto Life IP Duero ha triunfado. Profesionales de la apicultura, actividad tremendamente ligada a ese cultivo de la lavanda, de la agricultura, familias enteras, mayores y pequeños de la provincia de Ávila pero también de lugares como Plasencia y Salamanca acudieron al lugar hasta sumar cerca de un centenar de participantes y dando una respuesta masiva a la llamada de la CHD.
El proyecto tiene varias patas por así decirlo, una de ellas era despertar el interés por un cultivo sostenible y poco exigente (por ejemplo en lo que a consumo de agua y a los suelos se refiere) y en el que puede haber un futuro para esa España rural tan necesitada de trabajo y dinamización.
Pero es que además se vislumbra en el horizonte cierto reclamo turístico, del mismo modo que campos de lavanda de otras zonas de España se han convertido en un atractivo, sin ir más lejos Brihuega... Pues podría ocurrir algo parecido en tierras abulenses.
Imágenes de la visita a los campos de lavanda y colmenas de Castellanos de Zapardiel - Foto: Imágenes cedidas por CHDAtraer turismo a la zona sería un gran efecto secundario y todo en pro de sensibilizar en lo medioambiental. Y ahí también las cosas salieron bien porque entre los participantes de la visita había niños en los que se despertó el interés por el medio ambiente.
Mónica Gómez de la CHD y una de las personas que está detrás del proyecto Life IP Duero tiene claro que las cosas han salido bien y generarán más actividades a futuro «no en vano esta iniciativa se extiende hasta 2027» y tiene muchas más posibilidades.
Serán por supuesto de concienciación y sensibilización ambiental y también ligadas a dinamizar los pueblos pues se trata «de dar vida allí».
Imágenes de la visita a los campos de lavanda y colmenas de Castellanos de Zapardiel - Foto: Imágenes cedidas por CHDAl final han sido 100 personas las que se han hecho eco, disfrutado y aprendido de la visita.De mostrarles la realidad y despejar dudas entre los que mostraron interés por el cultivo o por la apicultura se encargaron el propietario del cultivo en Castellanos, Hermógenes Legido, y su compañero apicultor y propietario de Miel Candelas Isaac Hernando, no en vano comparten espacio y se produce una simbiosis entre las dos actividades por aquello de la polinización.
Tremendo espacio que ofreció las mejores vistas y enseñanzas pero que para lograrlo decía Legido «es necesario una fuerte inversión inicial y tener interés porque salga adelante». Él confió en ello y de las 50 hectáreas con las que empezó ha llegado a las 150 actuales.