La zona de bajas emisiones, el gran cambio que afronta Ávila

L.C.S
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El nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), que incluye la normativa para la reducción de la circulación por la zona centro a determinados vehículos, diseñará el futuro de una ciudad más peatonal en su casco histórico

La zona de bajas emisiones, el gran cambio que afronta Ávila - Foto: David Castro

La movilidad en una Ciudad Patrimonio de la Humanidad como es Ávila es siempre una cuestión delicada de afrontar y con muchos matices que atender dada la peculariedad funcional y patrimonial que suelen tener estos municipios. En el caso de la capital abulense, al igual que sucede con el resto de ciudades de más de 50.000 habitantes, la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), es el principal y más próximo reto que afronta, junto con el nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que está en elaboración y que incluye esa reducción de circulación por la zona centro a vehículos especialmente contaminantes, y también medidas en el resto de la ciudad que se pretenden consensuar lo más posible.

Algunos pasos, ciertamente significativos en determinadas actuaciones, se han dado dentro del apartado de movilidad urbana en el mandato municipal que está a punto de expirar. Uno de los más llamativos por lo que de novedad ha supuesto es la instalación de unas escaleras mecánicas en la Cuesta Antigua para conectar la zona sur de la ciudad con el casco histórico. Una inversión de 1,5 millones de euros hace posible tal intervención, bastante avanzada en estos momentos, y que se pondrá en funcionamiento en no demasiados meses. El otro proyecto de esta naturaleza, unas rampas mecánicas en este caso en la zona norte, en la plaza Ajates, está paralizado por la aparición de unos restos de hornos medievales cuyo futuro, y con él de esta instalación, está pendiente de una decisión del Ayuntamiento, después de que desde la Junta de Castilla y León se recomendará la conservación de ese punto arqueológico, bien cubierto o bien expuesto.

Complementando al primer plan, el de las escaleras en la Cuesta Antigua, está también iniciada la rehabilitación urbana integrada de la zona sur de Ávila, que afecta a las calles   Cuesta Antigua, calle Deán Castor Robledo, calle Jesús del Gran Poder, calle Trinidad, Plaza Juan Jorge, calle Doctor Jesús Galán, calle Nuestra Señora de Sonsoles, calle La Rioja, calle Rafaela de Antonio y plaza del Descubrimiento, en las que además de la mejora de la movilidad contará también con medidas  en la pavimentación, señalización vertical y horizontal, red de saneamiento, red de abastecimiento, red de riego, jardinería y mobiliario urbano, con el objetivo principal de crear un eje peatonal que partiendo de la Avenida Juan Pablo II, en la plaza del Descubrimiento, a través de dos ramales, calle Nuestra Señora de Sonsoles y calle La Rioja, que confluyen en la plazuela de San Benito, posteriormente se encamine hacia la calle Trinidad y conecte con la calle de Jesús del Gran Poder. Desde este punto, pasando por la Cuesta Antigua, se comunicará con las escaleras mecánicas que permiten la llegada a la Plaza del Ejército, con mayor facilidad, para todo tipo de personas.

Junto con ese proyecto de actuación en la zona sur de la ciudad, que en la norte se 'compensa' con las que se están llevando a cabo en el entorno del auditorio de San Francisco y el proyectado en el de El Pradillo, que pretende regenerar y rehabilitar ese espacio, hay en cartera dos proyectos de enjundia en pleno centro, que harán de Ávila una ciudad más peatonal, con nuevos espacios cortados al tráfico rodado.

Uno afecta, principalmente, a la plaza de Italia y se prolongará hasta los alrededores de la basílica de San Vicente. La peatonalización proyectada en esa zona afecta a las calles de Los Leales y Luis Lobera, mientras que los trabajos de reacondicionamiento llegarán también a la plaza de Nalvillos y las calles Teatro, Eduardo Marquina, Callistas y Arturo Duperier.

La primera de las modificaciones, y la que permitirá que aumente la peatonalización en la zona centro de la ciudad, consistirá en cerrar al tráfico las calles de Los Leales y Luis Lobera, de tal manera que al llegar a la primera de las calles los vehículos que circulen por la calle SanSegundo ya no podrán girar a la izquierda, con lo que se corta el tráfico en Los Leales y también en Luis Lobera, que era la continuación del tráfico rodado hasta llegar a la calle Eduardo Marquina. Todo ese trayecto, de una longitud cercana a los 150 metros, quedará libre del tránsito de vehículos, salvo en horarios de carga y descarga, única y exclusivamente, ya que el paso a los garajes de la zona que ahora se realiza por esas calles, se tendrá que realizar rodeando por la calle Lesquinas, un recorrido más amplio que el actual.  Esa peatonalización continúa se complementará en la zona con la que se lleva a cabo en momentos puntuales en la calle San Segundo, y así se conseguirá que toda la plaza sea completamente peatonal, siguiendo la línea que arranca en el Mercado Grande y continúa por la calle Estrada, para abrirse a la plaza de Italia y continuar por la de Nalvillos y las calles que la rodean. Se mantiene la zona de aparcamiento en batería en la confluencia de la plaza de Italia con la calle Lesquinas, pero en el pico final del mismo se instalará una zona verde, y la plazuela existente entre la calle Eduardo Marquina y la calle San Segundo, en donde ahora mismo hay un aparcamiento de motos, otra zona para un par de vehículos, y un terreno sin urbanizar convertido en estos momentos en un descampado sin uso, es otra de las zonas en las que hay proyectada una actuación para su adecuación.

Y enlazando ya con el proyecto de la ZBE, que afectará principalmente a las calles intramuros de la ciudad, el programa Impulso Patrimonio del Gobierno de España permitirá la rehabilitación en espacios del centro, tales como plaza Concepción Arenal, calle Reyes Católicos, plaza de Mosén Rubí, calle Bracamonte, calle y travesía de Brieva, calle El Tostado, calle Jimena Blázquez, calle Marcelino Santiago, calle  Tomás Luis de Victoria y travesía Dolores de Palacio, unificando el pavimento haciéndole más uniforme.

Estas actuaciones se encuadran en el nuevo PMUS, ideado sobre la Agenda 2030, cuya propuesta esta elevada al Observatorio Municipal de Seguridad Vial para su estudio y posible aplicación tras las correcciones que sean pertinentes.

nuevas condiciones. Este plan incluye las nuevas condiciones en la capital para la movilidad peatonal y la de los ciclistas y vehículos de movilidad personal, entre ellos los patinetes, son puntos incluidos en este PMUS, en el que se contempla también las nuevas condiciones para los vehículos colectivos y privados, así como el análisis de la gestión eficiente de los aparcamientos, la distribución urbana de mercancías, y también las zonas de bajas emisiones y la movilidad cero emisiones, cuestiones que analizan representantes de los grupos políticos, técnicos de diversas áreas municipales implicadas en la implantación del PMUS (Urbanismo, Infraestructuras, Medio Ambiente, Policía Local o Accesibilidad), representantes de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Ávila (FAVA), de la Jefatura Provincial de Tráfico o de Cesvimap.

El PMUS contempla «un conjunto de actuaciones cuyo objetivo es implantar formas de desplazamiento más sostenibles en el espacio urbano, reduciendo las emisiones contaminantes y el consumo energético, y logrando, al mismo tiempo, garantizar el bienestar de la ciudadanía, la cohesión social y el desarrollo económico», tal y como se informa en su ideario, teniendo en cuenta que su aplicación, al menos en lo que a la implantación de la zona de bajas emisiones se refiere, no puede demorarse más alla de junio del año pasado, y eso cumpliendo una prórroga concedida a los ayuntamientos, ya que su puesta en funcionamiento estaba pensada para que fuera con anterioridad.