Acaba el año y es tiempo de balances. Uno de ellos lo acaba de hacer la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) que cifra en 1,5 millones de euros los invertidos en la provincia de Ávila durante los dos últimos años y que se han destinado a realizar actuaciones en los cauces de los ríos. Un millón y medio son los millones, en torno a una quincena los cauces y casi medio centenar, los municipios de alguna forma beneficiados por esta inversión ya que son aquellos por los que discurren los ríos, de los que, por cierto, se han retirado nada menos que 25,2 toneladas de residuos.
Hay que recordar que la CHD es un organismo autónomo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. A través del organismo de cuenca, relatan en un comunicado, «se ha trabajado para la conservación y mejora de 63,8 kilómetros de cauces en la provincia de Ávila».
Así los ríos en los que se actuó en estos dos años son Berrocalejo, Voltoya, Aravalle, Tormes, Ulaque, Arevalillo, Trabancos, Garganta del Endrinal, Adaja, Corneja, Margañán, Garganta de Bohoyo, Garganta de los Caballeros, Garganta del Horcajo, Garganta de las Caceras y Garganta de Galín Gómez.
De manera general, los trabajos en los cauces han consistido en la eliminación de tapones, también en el pertinente desbroce de vegetación, eliminación de árboles con peligro de caídas y el acondicionamiento de los márgenes.
Actuaciones urgentes. Asimismo, la Confederación «también ha realizado actuaciones de emergencia en los cauces afectados por el incendio forestal de La Paramera. En concreto, se ejecutaron albarradas de madera, fajinas y diques de contención, y se eliminaron algunas retenciones producidas en los cauces por arrastres de madera y arbolado quemado.
Dentro de las actuaciones de mantenimiento y mejora de las condiciones hidrológicas de cauces, la CHD también ha trabajado en más de una decena de arroyos, en concreto en el Berrocal de Duza, Caballeruelo, Merdero, De los Tajos, Arroyuelos, la Vega, las Aloberas, las Gregorias, de la Arroyada, Valdenegro y Prado Cimero.
Estas actuaciones se encuadran dentro de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, que persigue conservar y mantener el estado actual de los ríos evitando un mayor deterioro de los mismos.
Para ello, se establece la necesidad de realizar pequeñas actuaciones que conserven y mejoren el estado de los cauces, para evitar así posibles daños por inundaciones. «Un proceso que requiere la eliminación, reducción o mitigación de las presiones que alteran a los ríos y los desvían de su estado natural».
Otros objetivos. Dada la importancia de los ríos como elementos vertebradores y conectores del territorio y la especial relevancia de los hábitats y especies acuáticos y ribereños, y las consecuencias del cambio climático sobre éstos, destacan aquellas actuaciones de restauración cuyo objetivo es la conexión longitudinal y transversal de los ríos, así como las de tratamiento de la cubierta vegetal orientadas a disminuir la afección por plantas invasoras, mejorar los bosques de ribera, disminuir su fragmentación e impulsar la diversidad de las especies autóctonas.