El renacer de 'Los Comuneros de Castilla'

SPC
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Las Cortes se visten de gala para acoger la «resurrección» del lienzo monumental de Planella, a la que asiste el director del Museo del Prado, que ha cedido la obra al Parlamento

Momento en que se descubre el lienzo de grandes dimesiones y se puede contemplar el resultado de la compleja restauración. - Foto: Leticia Pérez (Ical)

El vestíbulo de las Cortes de Castilla y León acoge desde ayer el lienzo 'Los comuneros de Castilla salen de Valladolid al mando de don Juan de Padilla y el obispo de Zamora' (conocido popularmente como 'Salida de los comuneros de Valladolid'), de Juan Planella y Rodríguez, tras un año de intensos trabajos de restauración que han devuelto a la obra su esplendor original. De «salvación» y «resurrección» de la obra habló el director del Museo del Prado, Miguel Falomir, que agradeció el «esfuerzo» realizado.

La Fundación de Castilla y León y el Prado han sellado un acuerdo de cesión en depósito del lienzo en el Parlamento autonómico para los próximos cinco años, prorrogable tras ese primer lustro. Esta iniciativa, según detalló Falomir, forma parte de Prado Extendido, con la que desde el centro intentan llevar los fondos «más allá de Madrid», para atender a la «vocación nacional» del museo. En ese sentido, explicó que Castilla y León alberga actualmente 243 piezas procedentes del Prado.

«Los cuadros que no se cuelgan y no se ven no tienen ningún sentido», afirmó en declaraciones recogidas por Ical, en las que explicó que este cuadro ha estado «prácticamente cien años enrollado en los almacenes del Prado, lejos de la vista del público, lo que significa casi la defunción de una obra de arte».

Por su parte, el jefe de de Pintura del siglo XIX del Museo del Prado, Javier Barón, aplaudió la «voluntad política» para la recuperación de un cuadro «especialmente vinculado con la historia de Castilla y León», que es «patrimonio de todos los españoles». Según desgranó, el estado de conservación del lienzo «planteaba problemas de toda clase», entre los cuales se refirió al soporte y a pérdidas de pigmento.

Una tarea compleja

La restauración, relató, se prolongó durante un año y pudo salir adelante gracias al hallazgo de una imagen de buena definición encontrada en el Archivo Histórico de Barcelona, que «fue clave para la reintegración de las partes perdidas». La obra, que se alzó con la segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887, fue adquirida por el Estado español por 4.000 pesetas, y durante casi un siglo peregrinó de la Escuela de Bellas Artes de Barcelona al Ayuntamiento de la Ciudad Condal y, más tarde, al Museo de Arte de Cataluña. Durante estos traslados, la obra fue desmontada de su bastidor y enrulada sobre sí misma, sin una estructura interior, lo que propició la aparición de desperfectos. Sería en 1986 cuando se depositara en el lugar para el que había sido adquirido en origen, el Museo del Prado.

El comisario de 'El tiempo de la libertad', los actos de conmemoración del quinto centenario de los comuneros, Salvador Rus, recordó las muchas actividades promovidas desde la Fundación Castilla y León, mientras que el director de Patrimonio Global (empresa encargada de la restauración), Alex Miranda, agradeció la «decisión y el esfuerzo».

El proceso de restauración ha consistido en la fijación de la capa pictórica y la eliminación de pinzamientos y deformaciones de la tela, cuyo reverso se ha limpiado y reforzado para evitar posibles desgarros. También se han dispuesto bandas de tensión y un reentelado flotante, justo antes de colocar el lienzo en un nuevo bastidor en madera de pino de Soria sin nudos, aristas ni componentes metálicos.

Un día «especial  y memorable»  para las Cortes

El director de la Fundación de Castilla y León, Juan Zapatero, calificó la jornada para las Cortes como «especial y memorable», cuya gestación comenzó «quinientos años atrás, cuando la ciudad de Valladolid y otros enclaves de su entorno se levantaron al grito de Comunidad y fueron testigos de un conflicto llamado a cambiar el curso de la historia». Los comuneros, señaló, «se levantaron contra un rey que no servía a los intereses del reino como creían que debía hacerlo». «Perdieron la guerra y la memoria durante casi 300 años, pero mucho de lo que somos hoy, de las ideas y valores políticos que damos por sentado y forman parte de nuestro sistema político, se lo debemos a ellos», valoró.

Para Zapatero, esta recuperación del lienzo de Planella y Rodríguez es «testigo» de que «500 años después de la muerte de los comuneros, los castellanos y leoneses quisimos rendirles un homenaje, que se volviera a oír su voz, y organizamos una conmemoración a la altura de su gesta».