«Les pido que debatan con respeto, educación y que guarden las formas». Este fue el mensaje lanzado por el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, al inicio de la primera sesión de control al nuevo Gobierno autonómico durante esta legislatura. Palabras que se quedaron en segundo plano cuando entraron en escena las diferencias ideológicas que existen entre miembros de la Junta, especialmente con los de Vox, y la oposición en temas como el aborto, la igualdad o la violencia de género. No hubo bronca pero si un interminable cruces de reproches de lado a lado del hemiciclo, teniendo todos como destino desde la bancada socialista al mismo objetivo: el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo. De hecho, varias de las preguntas formuladas desde el PSOE a consejeras del PP, tomaron rápidamente la tangente para arremeter contra algunas declaraciones realizadas por el número dos de la Junta durante los últimos días. Una batalla dialéctica, con alguna réplica más alta que otra, que llegó a opacar incluso el tradicional 'cara a cara' entre el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el líder socialista, Luis Tudanca, que abre todas las sesiones plenarias en las Cortes.
Tres mujeres de la bancada socialista fueron las encargadas de lanzar las primeras preguntas a los miembros del Gobierno autonómico. «Cuatro comentarios machistas y casposos de esos del apellido compuesto no nos van a amedrentar ni vamos a dar un paso atrás en la defensa de los derechos y libertades de las mujeres», espetó Patricia Gómez Urban, que formuló su cuestión a la consejera de Familia, Isabel Blanco, pero acabó dirigiéndose personalmente al vicepresidente de la Junta por sus declaraciones asegurando que Castilla y León se opondrá a la nueva ley del aborto. Recordó en este punto que la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho que tienen las mujeres tras «muchos años de lucha» y que ser madres «no es un derecho, es una opción».
La propia Blanco, que tuvo que hacer frente a dos preguntas 'subcontratadas' a García-Gallardo, aseguró que «la Junta siempre va a estar al frente de los derechos y las libertades de los hombres y mujeres». Recordó que también es una «obligación», y desde la Junta se marcan como tal el objetivo de garantizarla, la igualdad de oportunidades. «Es un derecho la igualdad entre el mundo rural y el mundo urbano, entre hombres y mujeres, la igualdad laboral o la social, poniendo medidas concretas encima de la mesa», resumió.
Leyes de la muerte
Sin embargo, durante otra pregunta, este vez si dirigida a él, García-Gallardo, que se estrenaba en el hemiciclo como vicepresidente, se encargó de responder por alusiones a las críticas socialistas. «Ya que ustedes preguntan como quieren, y me mencionan, yo voy a hacer lo mismo». Momento en el que arremetió con dureza contra las «leyes de la muerte», como calificó a las normativas sobre el aborto y la eutanasia. «La izquierda hipócrita invita a los padres a triturar en el vientre de las madres a quienes tienen discapacidad», verbalizó, provocando airadas quejas desde la oposición.
A su juicio del vicepresidente el embarazo no es susceptible de interrupción porque no puede ser reanudado y culpó al PSOE de defender «el derecho a matar niños en el vientre materno» ante lo que, como volvió a reiterar, Vox siempre «estará en frente» desde el respeto de «la orden y la ley» y su cumplimiento. «Combatiremos el veneno del fascismo», le replicó la socialista Noelia Frutos, que cuestionó al número dos por el trato a las personas con discapacidad, después de que éste asegurase hace semanas que «no se puede tratar a las mujeres como discapacitadas». «No le voy a tratar con condescendencia, lo voy a hacer como si fuera una persona como todas las demás», respondió García-Gallardo.
También hubo tiempo para cruzar acusaciones sobre violencia de género, insistiendo de nuevo sobre la opinión que la consejera de Familia tiene sobre el «negacionismo» de Vox en esta materia. «Menudo papelón tiene», le espetaron desde la bancada socialista a Isabel Blanco, que volvió a insistir en el compromiso «político y social irrenunciable», de la Junta y su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, con la lucha contra la violencia de género. «Yo no opino sobre opiniones de otros», se excusó la consejera. «Sea valiente, deje a un lado intereses partidistas y posiciónese del lado de las víctimas», la retó Nuria Rubio, que concluyó dirigiéndose directamente a los procuradores de Vox para acusarles de ir «de defensores de la vida», pero luego «desproteger de una manera tan cruel» la vida de las mujeres.