Es una frase que se ha repetido mil veces, pero si luce brillante en la victoria, aún más en la derrota: «El fútbol es un juego de 11 contra 11... en el que, al final, gana Alemania». Pero ahora hay que conjugar los verbos en pasado «era» un juego y Alemania «ganaba». La selección más fiable de la Historia es ahora un desastre lleno de dudas.
Para construir el relato, conviene cimentar eso de «la selección más fiable». Alemania es la selección europea con más presencias en Mundiales. Ha disputado 20 ediciones frente a las 22 de la eterna Brasil… pero con más eficacia:fue campeona en cuatro, finalista en otras cuatro y semifinalista en cinco. Nadie puede presumir de semejante currículum.
Pero la 'Mannschaft' ha decepcionado profundamente en sus tres últimos encuentros: derrota ante Polonia (0-1), empate ante Ucrania (3-3)… y la afición estalló definitivamente la pasada semana, cuando perdió por 0-2 ante Colombia en Leipzig. La pitada fue monumental, tanto en el descanso como al final del partido, y la Federación estaría pensando en tomar medidas: el país organiza el próximo año la Eurocopa y no puede permitirse hacer el ridículo.
Ascenso y caída
Hace nueve años, el cuadro germano sorprendió al mundo por enésima vez. Ya no era aquel martillo pilón inamovible, sino una máquina de precisión que mezclaba lo mejor de su escuela clásica (el 'gegenpressing', presión en campo contrario y juego enormemente físico) con la influencia del 'tiqui-taca' de España: ya no solo te robaba la pelota, también te la negaba. Con esa fórmula ideada por Joachim Löw alrededor de una generación espectacular, conquistó su cuarto Mundial apabullando al anfitrión en semifinales (1-7 a Brasil) y liquidando la final con eficacia (1-0) ante la Argentina de Messi.
La inercia ganadora duró apenas dos años (semifinalista de la Euro'16, cayendo ante Francia), porque en Rusia'18 fue víctima de la 'maldición del campeón', cayendo en primera ronda: México le ganó (0-1) en su debut, se rehizo ante Suecia… y llegó el día que muchos señalan como el principio de la peor época de su historia moderna: el 27 de junio de 2018. Cinco años se han cumplido desde aquel 2-0 ante Corea del Sur, fraguado en la incapacidad germana para hacer gol (28 disparos) y en la fragilidad para encajar a la contra (tantoss de Kim y Son en los minutos 93 y 96).
En aquel gran equipo jugaban Neuer, Hummels, Sule, Kimmich, Kroos, Özil, Goretzka, Reus, Müller, Brandt, Gündogan, Rüdiger… no era un problema de nivel futbolístico, sino de mentalidad. Alemania encajó un nuevo palo en la Eurocopa de 2021 (segunda de Grupo, cayó en octavos ante Inglaterra), antevíspera de otro fiasco histórico en Qatar'22: un inexplicable 1-2 ante Japón (que le remontó un 1-0), empate ante España (1-1) y una victoria insuficiente (4-2) ante Costa Rica vuelven a dejarle fuera de juego en la primera ronda.
Alemania es ahora decimocuarta del mundo según el 'ranking' FIFA, por debajo de Estados Unidos (13). Habría que remontarse hasta 2005 para encontrarle tan abajo (16). Ahora, a pesar de que la Bundesliga crece año tras año, la selección se empequeñece. Como si, por primera vez en su Historia, se sintieran vulnerables… y no supieran convivir con esa sensación. El miedo a un nuevo fracaso atenaza al equipo.